The Stripper - Juliantina (Adaptación)

Capítulo 49. A través de ti.

"No soporto la idea de que el universo tenga que destruirse cada vez que te marches".— Edgar Allan Poe.

Canción sugerida: Mother's Daughter - Miley Cyrus. 

Estamos de vuelta. ¡Devórense este capítulo!

Ig: Leblanc_a1

Juliana.

Tomé una respiración profunda, sintiendo el oxígeno llenar mis pulmones de manera lenta y suave. Hubo un silencio relajante por la mañana, solo podía oír su respiración a mi lado. Al fin, Valentina estaba ahí, conmigo.

Ella estaba boca acabo, dormida, con las dos manos debajo de la almohada en mi cama. Era como un sueño, estaba tan preciosa que me quitaba el aliento.

Todo había valido la pena. Pasar cada segundo en una electrizante tensión y mantenerme segura en cada paso, por más doloroso que fuera, solo para tenerla a mi lado.

Flashback.

New York.

Un día después de la entrega de premios.

La miré. – Ivonne, no quiero más problemas con Valentina. Por favor, comprende – hablé nerviosa.

– ¿Valentina es así de celosa?

Suspiré. – ¿Tú que crees?

– Me parece que hay mejores cosas en esta vida, Juliana.

– Amo a Valentina y ella es lo mejor para mí.

– Todo puede cambiar. Así que venga, vamos a hablar un poco.

Resoplé irritada y caminé junto a la mujer al restaurante del hotel. Mi corazón podía salirse por la boca, de tan solo imaginar a Valentina viéndonos a hablar. No quiero arruinarlo.

– Habla.

– Juliana...

- Ivonne, ve al grano.

– Desde cuando te volviste tan aburrida, Valentina no es una buena influencia.

– Idiota.

– ¡Bien! Te vi en el club el otro día.

Sentí como la cabeza me daba vueltas. – Pero descuida, no le diré a nadie. Solo vengo a felicitarte, porque cumples con la reputación que tienes en ese lugar – dice, con una sonrisa alegre.

Hace dos años le confesé a Ivonne lo que había empezado a hacer para ganar dinero, en aquel momento, ella estaba despreocupada y lo encontró maravilloso. Nuestra relación romántica no funcionó, pero sí quedó una fuerte conexión que se tornó en una amistad.

– Necesito irme.

– Espera.

– No quiero oír nada de ti.

– Tengo algo importante que decirte – insiste.

– No te creo.

– Alguien quiere hacerte daño, lo sé y tengo que decírtelo.

– Ivonne, por favor. Déjame en paz.

Fin del flashback.

Miro a Valentina fijamente. – No quiero perderte, Carvajal – aseguro en voz baja –. Eres mi familia. La mujer que amo.