The Stripper - Juliantina (Adaptación)

Capítulo 51. Ajuste de Cuentas.

"Si no me encuentras enseguida, no te desanimes; si no estoy en aquel sitio, búscame en otro. Te espero, en algún sitio estoy esperándote". — Walt Whitman, Canto a mí mismo.

Debo decir que he estado bastante desaparecida. Últimamente he estado corriendo de un lado a otro, organizando un poco todo lo que tengo en la cabeza. Espero que comprendan y disfruten el cap. 

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Canción sugerida: POV – Ariana Grande.

Valentina.

Abrí mis ojos lentamente, sintiendo el dolor en mi cabeza. Me giré hacia un lado de la cama, buscando el cuerpo de mi mujer. Pero la cama estaba vacía y fría. Gruñí palabras incoherentes, tan pronto como mis ojos captaran una cantidad enceguecedora de luz, proveniente de la Ventana.

¿Dónde está Juls?

Me senté en la cama, frotando mis ojos ligeramente. La noche de ayer fue más emocionante de lo usual. No recordaba mucho, pero sabía que, en medio de lo usual de todas las borrachas, yo era la que estaba menos peor. Solo obtuve la ayuda de Chloe, quien por cierto era la única sobria, para poder lidiar con todas las mujeres y mi mejor amigo, totalmente ebrio.

Flashback.

Los ojos oscuros en Tessa se enfocaron en nosotros. – ¿Qué estaban haciendo? – preguntó la pelirroja, en cuanto nos vio.

Se había quedado en la mesa con Chloe e Ivonne, quien estaba acurrucada en los brazos de una hermosa pelinegra.

Hope dejó salir una risotada graciosa y muy alta, los efectos se hicieron presentes en la mujer. – No quieres saberlo.

Tessa amplió sus ojos y abrió la boca formando una "o", cargada de entendimiento. – ¿Orgía y no me llamaron? – dijo, indignada. Un poco ebria, hizo pucheros –. Ari y yo hubiéramos podido participar, egoístas – se quejó.

– Ni siquiera para compartir, son buenas amigas – intervino Ivonne. ¿Desde cuando somos amigas? –. Te extraño, Juli – completó, guiñándole un ojo a mi novia.

Observé a la mujer de manera seria. La maldita mujer de negocios siempre se aseguraba de coquetear con mi mujer. Todo para provocarme y como siempre, no pude controlarme. – ¿Puedes callarte? – exclamé con ira.

– Valentina... mantén la calma – me pidió Juls.

Suspiro. – Es ella quien me provoca.

– Está ebria – Juliana soltó una risita –. Además, ¿No te demostré que soy tuya?

Una sonrisa relajada brotó de mis labios. Besé sus labios muy despacio. Girándome hacia Ivonne para mostrarle una expresión victoriosa. La mujer rodó sus ojos y tomó a la pelinegra a su lado.

– Se ven destrozadas, ¿Lo hiciste todos juntos? – preguntó la mujer, interviniendo por primera vez, con un destello curioso en sus ojos avellana.

Chloe arquea la ceja. – Estaban bailando, seguramente.

– Casi eso – admitió Logan.

– Voy a rezar mucho por ustedes esta noche. A Jesús no le va a gustar esto, chicos.

Retengo una risotada. – ¿Nos vamos? – pregunta Juliana.