Capítulo 16

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A veces me sorprendo a mi mismo de mi capacidad para algunas cosas. Por ejemplo, no sabía que podía cantar una canción así con tanta intensidad.

Al terminar, faltaban tres minutos para las doce, uno se fue en aplausos y los otros en los asistentes subiendo para ver los fuegos artificiales.

Lucas y yo quedamos en vernos arriba. A decir verdad, no tenía muchas ganas de subir. Menos para ver a Mario Andrés abrazando a Tiffany para pasar año nuevo con ella. Así que prefiero verlo desde aquí, que se ve igual de perfecto. En mi mente, le doy un beso y un abrazo de feliz año a mi mamá y a Stephanie.

—Lo hacía arriba viendo los fuegos artificiales con su novio, señor Boat.

Este hombre tiene una afinidad para hacerme asustar.

—Igualmente, señor Mario.

—Tiffany no es una persona que aprecie la belleza de los fuegos artificiales.

La verdad es que para mí es primera vez que veo algo tan hermoso. Dilan y yo recibimos el año en casa viendo películas de terror y comiendo toda la comida chatarra posible, por lo que no hemos visto un espectáculo como este.

—¿Eso es un Loong*? —pregunto sorprendido.

Mario me mira por unos segundos, sorprendido por mi pregunta.

—Sí.

—En la cultura china, el loong era el responsable de producir la lluvia y llamar al viento, a las nubes y al sol. Su poder sobre todo aspecto hidrológico era innegable. Tenía dominio sobre mares, ríos y cascadas, en donde solía materializarse bajo distintas formas. Por eso, en épocas de sequías o inundaciones, era tradición llevar una ofrenda al templo del loong y pedirle que restaurase las condiciones normales.

—Eso es correcto, señor Boat —confirma, con una sonrisa.

—Supongo que usted quiere representar que ante los problemas, siempre algo o alguien nos puede ayudar, ¿no?

—En parte —se encoge de hombros—. No soy muy creyente de religiones o algo por el estilo. Me gusta la cultura y la mitología. En este caso, me gusta representar el éxito con un Loong.

Comienzan a aparecer en el cielo figuras de animales, todos me dejan asombrados por lo magníficos que son. Así se dió inició a una discusión sobre el Yin Yang, el ciclo binario, el horóscopo chino, los animales y los elementos.

Una conversación interesante entre dos adultos que admiran un mismo tema. La cara de comodidad de Mario me gusta y me hace pensar qué otras cosas interesantes podrá saber.

—Por cierto, señor Boat, me gustó su interpretación. ¿Cantó la canción por algo o para alguien en particular?

Sí, la canté por él.

Que deje sus miedos y se atreva a vivir el amor como es.

—Gracias y no, no la canté para alguien es específico. Pero si para algo en específico. Las personas normalmente dejan pasar oportunidades por miedo a algo y luego sufren las consecuencias.

—¿Le teme usted a algo? —cuestiona.

—A muchas cosas. El eterno y ya casi superado, es el miedo escénico. Me aterraba cantar frente a tanta gente. Desde el festival, lo he ido superando. Si no hubiese sido así, no estaría aquí hablando hoy con usted.

Mis palabras lo sorprenden un poco. Supongo que más que todo el último. Se rasca una ceja con su pulgar izquierdo y se acerca un poco a mi hasta llegar a una distancia prudencial. Su mano derecha juega con su nuca y echa un rápido vistazo hacía atrás.

Enséñame a VolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora