Capítulo 21

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Mario Andrés

Al salir de la tienda, caminé al Spa donde Tiffany va siempre, crucé por un pasillo y ví una tienda de ropa femenina llamada Fantasy Lingerie. Automáticamente, mi mente comenzó a trabajar, sacando las siguientes conclusiones:

Fantasy.

Nightmare Fantasy.

Jonah trabaja en el Nightmare Fantasy.

Ese mismo día decidí ir hoy al club para ver si puedo hablar un poco con él más relajados. Además de que tengo mucho tiempo sin ir a ver cómo están las cosas por allá. 

Salgo de la ducha y tomo mi ropa en la cama. Martha me planchó una de las camisas que Jonah me eligió el lunes con el jean que él mismo combinó. Mi teléfono comienza a vibrar de manera insistente; viendo el nombre en pantalla, decido no atender. Mientras me visto, este sigue vibrando sin parar hasta que decido atenderlo.

—Dime, Tiffany. 

¿Ocupado, amorcito?

—Sí.

Es que unos amigos y yo vamos a salir. Quería que vinieras conmigo.

—¿Eso es todo?

Sí. ¿Por...

—Cuídate, entonces —corto la llamada.

Llegamos al punto de la relación en el que me molesta que me hable.

Hay momentos en que quisiera darle más tiempo libre a Carlos y andar solo sin preocupación, pero desde mi incidente cuando era pequeño, no me gusta estar sin seguridad. Tampoco es que pueda confiarle mi vida y pasos a alguien más. 

—¿Todo bien, señor? —pregunta Carlos a través del retrovisor—. Lo noto extraño.

Además, en catorce años, Carlos a aprendido a conocerme. Tenía veinte años cuando mi papá lo contrató y, desde entonces, se ha convertido en un hermano mayor para mí.

—Define extraño.

—Aunque siempre lo he conocido así, últimamente se nota más preocupado o abrumado que antes.

La verdad es que lo estoy. Tantas cosas que quiero cambiar y enfrentar este año, no puedo más que sentirme preocupado o abrumado.

—¿Has sentido alguna vez que quisieras tu vida fuese diferente?

Carlos guarda silencio unos segundos, pensando en qué responder y luego lo hace:

—Es una pregunta difícil, señor Mario. De seguro, alguien que ha tenido que trabajar desde muy joven, quisiera tener la vida resuelta con mucho dinero. Pero conociendolo a usted y a su padre, me doy cuenta que eso no lo es todo.

—No lo es, te lo aseguro. Pero me refiero en otro sentido, más allá de lo material. Como si... estuvieses fingiendo ser otra persona.

Carlos guarda silencio de nuevo y veo como abre sus labios varias veces para intentar decir algo, cerrándolos al instante sin dejar que salgan las palabras.

Enséñame a VolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora