Enséñame a Volar

Capítulo 57

Las ansias nos mataba a todos para poder saber que tenía por decir el médico que atendió a Tiffany porque Derek se ofreció a hacerlo y dependíamos de su tiempo. No lo hizo el mismo con Adolf y Alex porque se conocen.

Resultó que el médico fue menos manipulable que los chicos. Según el hermano de Sabrina, con ellos fue más fácil porque teníamos la droga como medio de chantaje, el comprobante del retiro y la confesión de los ejecutantes. Contra el médico no había nada.

Habíamos dejado un as bajo la manga como última opción: llamar al jefe de la academia de médicos, de quien nos enteramos es amigo de Don Marco Carotelli, el papá de Mario; de Lorenzo Verástegui, el papá de Sabrina y de Jorge Montebianco.

El médico confesó cuando se le amenazó con quitarle la licencia médica. Derek tomó su declaración firmada y grabada, y de igual manera le quitaron la licencia al tipo.

Derek decidió dejar las cosas en nuestras manos y que su nombre no se mencionara, puesto que él no tiene jurisdicción en nuestro país. Fue una ventaja que decidiera eso porque de seguro no iba a estar de acuerdo con la parte final de nuestro plan.

Plan que ejecutaremos hoy sábado, día de la boda.

Según informó Sabrina, Tiffany se aseguró de que estuviese lleno de camarógrafos para que tomaran detalles de su magnífico vestido Europeo.

En las películas y libros se lee normalmente que se robaron a la novia. Hoy será lo contrario: el novio será el robado.

No solo se trata de impedir que Mario Andrés arruine su vida con alguien tan superficial y plástica como Tiffany. Se trata de que esté con quién el quiere estar libremente y ese soy yo, se trata de que es lo que yo quiero, se trata de la felicidad de ambos.

—¿Listo? —pregunta Stephanie al abrir la puerta de mi habitación.

—Listo —respondo.

Bajamos las escaleras y ya mis otros dos amigos están esperando. Sabrina nos avisó que ya el juez llegó, por lo que tenemos que apurarnos.

Nos montamos en la camioneta y salimos a toda velocidad para el sitio. Se suponía que nosotros teníamos que estar allí cuando el juez llegara. Lo bueno es que no queda muy lejos el lugar donde se realizará el evento y en menos de diez minutos hemos llegado.

El lugar está fuertemente custodiado por seguridad privada. Estacionamos la camioneta a un lado y cruzamos la calle caminando para entrar por la puerta trasera que da con la cocina, donde está Sabrina esperando muy molesta.

—Si Mario Andrés se casa, te mato —me amenaza y nos deja pasar.

El salón de fiestas está adornado de una forma muy opulenta en tonos rosas pastel y detalles dorados. Las mesas están distribuidas alrededor con una pista gigante en medio para bailar. Una mesa larga está al fondo con un tipo de pie hablando, Mario Andrés y Tiffany sentados de espaldas.

¿Ya pasó la parte de la pregunta si alguien se opone? Porque esa era mi momento.

Si siguen sentados, no se han casado. Stephanie utiliza sus encantos con el tipo de vídeo para distraerlo y Pablo se hace con la computadora, pasa la grabación de la memoria portátil a la computadora y encripta la máquina.

Siento que el alma se va de mi cuerpo cuando Mario Andrés y Tiffany se levantan.

Mi nombre es Roberto Márquez, médico de emergencias...

La respiración regresa cuando el vídeo comienza a reproducirse en las pantallas a lo largo y ancho del salón de fiestas.

... y fui contratado por Lucas Montebianco para tratar a la señorita Tiffany Hans, quien fingió un suicidio con una caja de pastillas para dormir y un vaso de vodka...