Capítulo 5

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Steak House es un moderno restaurante especializados en cortes de carne, aunque tienen variedades de plato. La mayoría de sus instalaciones son iguales. Sin embargo, escuché que el local en el moderno conjunto de edificios The Island es lujoso, por lo que es más exclusivo comer allí.

No hay manera de que pueda ir con ropa que utilizo para la universidad, ni llevar ropa llamativa para la universidad. Dilan y Pablo me harían toda clase de preguntas.

De igual manera, tuve que inventarle a Dilan que el carro tiene una falla y debo llevarlo al mecánico para resolverlo cuando antes.

Dios cuide mi buggie.

A su pesar, se fue más temprano para poder llegar en transporte público a tiempo a la universidad. Mientras desayuno, investigo en internet cómo son esas fiestas corporativas y el tipo de música que normalmente se colocan.

Blues, Soul, Jazz.

Jamás en mi vida he cantado algo así.

Cuando se hacen las diez y media, me levanto para darme una ducha. Es de mucha paz usar el baño sin el molesto de Dilan diciéndome que estoy tardando mucho.

Preparé un traje negro y una camisa blanca sin corbata. Tampoco quiero verme muy formal. Aunque de seguro Mario andará con su traje de oficina.

Me visto, me echo perfume y tomo mi reloj de la suerte junto con los lentes para salir. Mientras llega el ascensor, reviso la hora en mi teléfono. Son las once y cuarto, aún tengo tiempo.

—Buenos días —saludo a dos chicas dentro del ascensor.

—Buen día —responden ambas.

Me coloco los lentes y dejo que salgan cuando el ascensor se detiene. Caminan en dirección de la puerta y yo del estacionamiento, el cual no queda muy lejos uno de otro.

—¿En serio él y el otro chico lindo son novios?

—Sí. ¡Que desperdicios!

—Pudiera ser uno para ti y el otro para mí.

Volteo para ver a las chicas salir del edificio y sonrío ante su comentario, porque no sé si es ignorancia o debo sentirme halagado.

Enciendo la radio y el GPS para que sean mi guía en el viaje. A esta hora no hay tanto tráfico. Mientras voy en la vía, Dilan me llama y lo conecto al Bluetooth del equipo para escucharlo. No tiene nada importante que decir, solo saber si pude resolver lo del auto porque va camino al trabajo y está bañado en sudor. Me despido de él cuando llego a mi destino.

Faltan veinte minutos para ser las doce.

Me anuncio en recepción y la señorita me indica que la reserva es para las doce y Mario llega a esa hora.

Maravilloso.

Me paro a un lado a esperar y casi se me ocurre llamarle para avisar que estoy aquí. Lo malo es que me llamaron fue de un teléfono de oficina y no creo que me atiendan.

Saco mi teléfono y me pongo a revisar la lista de clientes a quienes le enviaremos el Golden Pass en Diciembre.

Trabajo en un club llamado Nightmare Fantasy desde que llegué a La Gran Ciudad, donde comencé como mesonero en el área VIP. Hace dos años estaban remodelando y se me pidió una iniciativa de mejora, así que copié la idea del papá de Kelvin: convertir esta área en un casino exclusivo. Además de que es un sitio de privacidad garantizada y música en vivo.

En La Gran Ciudad hay muchos establecimientos abiertos al público que ofrecen los mismos juegos. Sin embargo, cuando comenzó enviarse los Golden Pass a clientes con un Target alto, la demanda aumento. No es más que un lindo Ticket dorado con el nombre del club y de la persona a quien se le está haciendo llegar, permitiendo el acceso ilimitado por un mes. Claro está que también debe pagar, solo que es un servicio pospago y las personas que reciben uno se creen la gran cosa.

Enséñame a VolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora