Historia de tres hermanos

Capítulo 1 - Primer día

[Capítulo 1 ― Primer día]

Los rayos del sol comenzaban a asomarse por la ventana, dándole directamente en el rostro a un joven pelinegro que despertaba lentamente de su sueño. Se acobijó totalmente para volver a dormir, pero algo se lo impidió, le llegó un aroma delicioso, el olor a huevos con tocino… "¡El desayuno!".

Se levantó de golpe abandonando su cama, salió a toda prisa de su habitación y corrió escaleras abajo en dirección a la cocina, antes de que a cierto hermano menor suyo se le ocurriera acabar con todo sin dejarle nada.

Para su sorpresa, cuando por fin llegó al comedor sólo se encontraba un joven rubio, de estatura promedio, vestido con unos jeans y una camiseta azul marino, quien se encontraba terminando de colocar en cuatro platos 2 piezas de pan tostado para cada uno de ellos.

—Vaya, esto sí que es algo que no se ve todos los días— dijo el moreno mientras se acercaba a la mesa cuadrada y tomaba asiento en una de las sillas.

—Cierra el pico Ace— le contestó el rubio mientras colocaba los platos en la mesa, dejando el que correspondía a Ace hasta el final, y tomó asiento a su lado. —O le doy tu porción a Luffy, seguro que no le molesta.

—Ya cálmate, sólo digo que es raro que tú cocines para todos, Sabo, no dije que no lo quisiera— dijo Ace, ya con el plato medio vacío.

—Lo hice sólo porque es el primer día de clases, así que no te acostumbres.

—Por cierto, ¿Luffy sigue durmi...?— no pudo terminar su pregunta ya que se vio interrumpido por un grito seguido de un golpe estruendoso en el segundo piso. Ambos hermanos se miraron pensativos unos instantes, preguntándose si debían subir o no, pero optaron mejor por seguir comiendo, ya que sabían de dónde provenía ese ruido, y era mejor no intervenir.

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—¡¡Despierta Luffy!! — gritó Garp mientras le daba un puñetazo en la cabeza a un dormido Luffy, sacándolo de sus sueños y haciendo que, por el impulso, cayera de la cama, arrastrando las cobijas consigo.

—¡Duele!, ¿Qué pasa abuelo? — se quejó mientras frotaba con suavidad el lugar donde su abuelo lo había golpeado, seguramente le saldría un chichón.

—¿Cómo que qué pasa?, es el primer día de escuela y todavía estás dormido. ¡Arréglate o llegarán tarde!

Pero Luffy no estaba poniendo atención a sus palabras, ya que había captado el olor a carne en la cocina. Se levantó a toda prisa y se dirigió a la puerta de su habitación, pero su abuelo fue más rápido y lo agarró por el cuello de su camiseta.

—¡¿A dónde crees que vas?!

—A desayunar— Luffy trataba desesperadamente de zafarse del agarre, pero no podía con la fuerza de su abuelo

—No comerás nada hasta que estés listo— Garp aventó a su nieto en dirección a donde se encontraba el armario, y el pequeño se estampó en el interior al estar las puertas abiertas, ocasionando que algunas prendas cayeran sobre él.

Luffy no perdió tiempo, se levantó y vistió con lo primero que tuvo a la mano, unos pantalones azules y una camiseta roja, y se dirigió lo más rápido que pudo hacia el comedor.

Después del desayuno, Garp se despidió de sus nietos para dirigirse a su trabajo en la estación de policía Marine Ford, y les avisó que probablemente no llegaría a cenar, dejando a cargo a Ace de sus dos hermanos.

Los tres jóvenes salieron de su casa y se dirigieron a su nueva escuela, el instituto Impel Down, uno de los mejores colegios de la ciudad, aunque también uno de los más exigentes. Mientras caminaban, Luffy iba dando saltos de alegría y con una sonrisa que le cubría prácticamente todo el rostro, emocionado pensando en todos los nuevos amigos que haría en el instituto. Ace y Sabo estaban un poco preocupados por su hermano, ya que solía meterse en problemas, normalmente protegiendo a alguien de algún brabucón o algo parecido, pero seguían siendo problemas.