Historia de tres hermanos

Capítulo 41 - Preocupaciones, intentos, secretos...

Perdón por haber tardado tanto, chicos, pero no había podido usar mi computadora hasta hoy, espero lo entiendan. 

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[Capítulo 41 — Preocupaciones, intentos, secretos…]

Retiró con suavidad el mechón de cabello que caía sobre el rostro apacible del chico entre sus brazos. Sonrió al verlo dormir tan tranquilo, con la cabeza apoyada en su pecho y una pierna sobre él rodeando su cuerpo, seguro que lo había hecho en sueños sin darse cuenta, pero ahora el menor lo tenía completamente apresado entre su cuerpo. No es que se quejara realmente. 

Lo bueno era que él no había vuelto a tener la pesadilla de horas atrás, ni una sola sombra de ella apareció por su cabeza mientras descansaba, y Luffy tampoco había despertado gritando de nuevo, al parecer pudo dormir tranquilo sin interrupciones.

Acarició ligeramente su cabello desordenado, no quería despertarlo, sin importar que ya hiciera un tiempo desde que el sol había salido de su escondite, pero de verdad se veía tan relajado que no se atrevía a interrumpir su sueño.

La puerta de la habitación se abrió lentamente, dejando ver al chico pecoso detrás.

—Buenos días— dijo Ace en voz baja al ver que su hermano seguía dormido.  Se acercó un poco para poder hablar mejor.

—Buenos días Ace-ya— contestó en el mismo tono bajo, sin dejar de acariciar el cabello del menor.

—¿Cómo está?— preguntó mirando a Luffy con una sonrisa.

—Bien. —Volteó nuevamente hacia el chico entre sus brazos y sonrió con ternura. —Ha dormido tranquilo.

—Me alegra. —Tenía que admitirlo, era realmente extraño ver a su pequeño hermano dormir tan tranquilamente entre los brazos del moreno, más aún al ver la posición en la que Luffy se encontraba, posiblemente en otra situación habría querido golpear al chico por atreverse a tocar a su hermanito, pero no era el caso, de hecho era una buena señal. —Law, gracias por cuidarlo— dijo mirándolo seriamente pero con una sonrisa. 

—Ha sido todo un placer— contestó sonriendo también.

Ace volvió a desviar la mirada hacia su hermano. —Me iré para dejarlo dormir, será mejor que descanse todo lo que pueda. Lamento que posiblemente no te puedas levantar hasta que él despierte— comentó haciendo mención de la posición del pequeño, sonriendo ligeramente.

—Creo que tienes razón— sonrió nuevamente. —Pero no hay problema.

El pecoso asintió. —Cuando despierte bajen a desayunar, dejaremos todo listo. Nos vemos después— el mayor se despidió y salió de la habitación igual de silencioso a como había entrado.

Luffy se removió un poco en sueños atrayendo nuevamente la atención del mayor, quien se había alarmado pensando que tal vez estuviera teniendo pesadillas otra vez, pero el pequeño terminó subiéndose completamente sobre el cuerpo del otro para después volver a su sueño tranquilo de antes.

Law sonrió ligeramente, ahora sí que no podría levantarse hasta que el menor despertara. Levantó un poco la cabeza para plantar un beso sobre su cabello y después volvió a acomodarse, rodeando la cintura de Luffy y cerrando los ojos para poder disfrutar de ese momento de tranquilidad.

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—¿Y cómo está?— preguntó el rubio al ver que el chico cerraba la puerta de la habitación.

—Está bien— contestó Ace con una sonrisa mientras se acercaba un poco a donde el otro estaba apoyado sobre la pared del pasillo. —Law dice que durmió tranquilo, de hecho aún no despierta.