Capítulo 7 - Pensamientos

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[Capítulo 7 ─ Pensamientos]

—¡¿Dónde se metió Zoro?! —preguntó Ace mirando su reloj.

—No lo sé, dijo que estaría aquí a las 7:30 —dijo Luffy ya desesperado.

Había quedado con Zoro en que pasara a recogerlo para irse juntos al instituto, pero ya faltaban 10 minutos para que empezara la primera clase y ni rastros del peli verde, sus hermanos no habían querido irse y dejarlo solo así que estaban esperándolo juntos, pero ya estaban todos perdiendo la paciencia.

—¿Y si le pasó algo?

—Luffy, estamos hablando de Zoro, sería más creíble pensar que se quedó dormido —contestó Sabo para tranquilizarlo.

—¡Si se quedó dormido no se salvará de una paliza! —replicó Ace.

Su discusión fue interrumpida ya que en ese momento alguien tocó a la puerta. Luffy salió corriendo inmediatamente a abrir, del otro lado se encontraba de lo más tranquilo su amigo.

—¡Zoro, ¿Dónde estabas?! —preguntó Luffy con un tono entre preocupado y molesto.

—Lo siento, Luffy, es que…

—Sí, sí, después nos explicas, ahora mejor nos vamos o todos llegaremos tarde —interrumpió Ace mientras sacaba a todos a empujones de la casa.

Comenzaron a caminar rumbo al instituto, menos mal que vivían cerca y alcanzarían a salvar la hora de entrada.

—¿Y bien, Zoro? —preguntó Sabo.

—¿Qué? —Zoro trataba de hacerse el tonto.

—¿Por qué llegaste tarde?

—Ah, eso. Bueno, es que… verás… es algo gracioso…

—¿Te perdiste? —preguntó acusadoramente Ace.

—Claro que no, yo sólo… no sabía dónde estaba.

—¡Eso es perderse! ―gritaron al unisonó los dos mayores y el pecoso golpeó al peli verde en la cabeza.

—Por dios, jamás cambias.

—Pero eso es lo gracioso de Zoro shishishi. —Luffy reía por la escena.

—Como sea, la próxima vez creo que sería mejor que Luffy pasara por tu casa —propuso el pelinegro.

—Tampoco es como si fuera un crio —dijo Zoro molesto.

—¡Pues lo pareces! —gritaron de nuevo los mayores.

—Ya ya, está bien, que Luffy pase por mí.

—Claro, shishishi.

En cuestión de unos pocos minutos llegaron a la entrada principal  del instituto, cada quien se fue por su lado en un intento por llegar antes que su profesor.

Mientras se dirigían a su salón, Zoro y Luffy platicaban y reían animadamente como cada vez que estaban juntos. Llegaron a su salón justo antes que el profesor de Ciencias Sociales, Crocodile, quien entró al salón justo detrás de Zoro.

Desde su lugar, Sanji observaba cómo Zoro acababa de llegar riendo con el pelinegro, le molestaba que compartieran tanto tiempo, y le molestaba sentirse mal por esas razones, estaba harto de sentirse de esa forma y no sabía qué hacer.  

Zoro se dirigió a su lugar a un lado del rubio mientras que Luffy fue a sentarse con Law.

—Buenos días —dijo Zoro al momento de sentarse.

—Eran buenos hasta hace un momento —contestó Sanji sin siquiera mirarlo.

Nami, que se encontraba sentada al otro lado del rubio, quedó sorprendida por la reacción de su amigo.

Historia de tres hermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora