[Capítulo 26 — Arreglo]
—Dejando de lado los celos de hermano, ¿tú qué piensas de esto? —preguntó el pelinegro.
Sabo inspiró profundamente y soltó el aire—. No lo sé —admitió el rubio. —Supongo que, habrá que ver qué pasa.
—Pero, ¿en serio crees que estará bien? —preguntó con tono preocupado.
—Ya han pasado 9 años, Ace, si él siente que está preparado, entonces no nos queda más que confiar en su criterio.
—O sea que tenemos que confiar también en Law. —Miró a su hermano como esperando que le diera la razón, y el rubio asintió con la cabeza—. Bien —soltó un suspiro—. Pero si le hace algo… —Sabo levantó la mano frente a él para indicar que no siguiera.
—Le daremos el beneficio de la duda —declaró. El pecoso puso cara de no estar muy convencido—. Ace, no dejaremos de proteger a Luffy, no se trata de dejarlo vulnerable, es sólo… dejarlo caminar un poco más.
El pelinegro se quedó pensativo unos momentos—. Entonces —dijo esbozando una pequeña sonrisa—. Lo dejaremos caminar.
Sabo sonrió también, se alegraba de que Ace pudiera entenderlo, o al menos de que hiciera el esfuerzo. El pelinegro le dio las buenas noches y se dirigió hacia la puerta.
—Oye, Ace —llamó el rubio cuando estaba a punto de salir.
—¿Sí? —preguntó volteando hacia él.
—No olvides que mañana terminaremos tus deberes— le recordó.
El pecoso lo miró entrecerrando los ojos—. Tenías que arruinarlo —comentó antes de salir.
—¡Te quiero, hermano! —dijo alzando la voz para que pudiera escucharlo.
—¡Muérete! —se escuchó como respuesta.
Sonrió y volvió a tumbarse en su cama, mirando al techo mientras se perdía en sus pensamientos. “¿Será posible que… podamos comenzar a avanzar?”
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«Domingo»
Abrió los ojos lentamente, levantando los parpados con un poco de pesadez. Hizo amago de levantarse, pero sintió el brazo que lo abrazaba por la espalda, y entonces los recuerdos de la noche anterior lo asaltaron de repente, sacándole una reluciente sonrisa.
Zoro, había hecho el amor con Zoro, el cual, por cierto, seguía profundamente dormido. No pudo evitar apretar su pecho con fuerza y acercarse a él para plantarle un beso en la mejilla. Se quedó ahí, observándolo dormir por quién sabe cuánto tiempo, acurrucado sobre su pecho y sintiéndolo subir y bajar con su respiración, sintiéndolo junto a él, como nunca antes había estado con nadie.
Miró hacia la ventana, la luz del día se colaba entre las cortinas abiertas, formándole una vaga idea acerca de la hora, eran, posiblemente, las diez de la mañana. El peli verde comenzó a removerse un poco bajo sus brazos, lo que indicaba que no faltaba mucho para que despertara. Entonces se le vino una pequeña idea a la cabeza.
Muy cuidadosamente para no terminar de despertarlo, se subió en su abdomen hasta quedar sentado sobre él, no sin percatarse de cierto dolor que estaba presente en su parte baja, pero podría soportarlo, después de todo no se comparaba con lo que habían pasado la noche anterior. Comenzó a jugar con su cabello verde hasta que el mayor apretó un poco los ojos en señal de que estaba a punto de despertar, y se inclinó para besarlo suavemente en los labios.
Lo primero que pudo identificar al salir de su ensoñación fueron unos labios que se movían ligeramente sobre los suyos, y supo perfectamente a quien le pertenecían, por lo que no tardó en corresponder al contacto, pasando los brazos por detrás de su cintura.
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Historia de tres hermanos
FanfictionAce, Sabo y Luffy son tres hermanos que tras haber vivido 9 años fuera del país regresan a su lugar de origen, la ciudad Sabaody, e ingresan en el instituto Impel Down. A partir de aquí, las cosas empiezan a cambiar para el trío de hermanos, incluye...