Historia de tres hermanos

Capítulo 3 - Amistades

[Capítulo 3 ― Amistades]

Luffy se percató de que Law salía rápidamente del salón, con cierta aura que emanaba nerviosismo a su alrededor, entonces volvió a sentir ese sentimiento que se había formado en él desde que visualizó a Law sentado al fondo del salón. Sentía curiosidad, quería saber más sobre él.

—Por cierto Zoro… —el pelinegro estaba indeciso, no sabía  si debería preguntar o no, pero al final la curiosidad pudo con él—. ¿Qué sabes sobre Law?

—¿Sobre Law? —el peli verde estaba sorprendido por la repentina pregunta de su amigo. Luffy asintió con la cabeza, estaba algo nervioso por lo que Zoro pudiera contarle—. La verdad no sé mucho, sólo que es el mejor de la clase y los profesores lo adoran, no suele hablar mucho con nadie. —Luffy suspiró desilusionado, no había conseguido mucha información, pero por lo menos era algo—. ¿Por qué la pregunta?

—Curiosidad —respondió el otro prácticamente al instante. Zoro optó por dejar el tema a un lado, conocía a Luffy y sabía que ya le contaría todo a su debido tiempo si así él lo quería. El pelinegro se había quedado mirando fijamente hacía la entrada, “¿a dónde habrá ido?”.

—Oye, Luffy. —El nombrado regresó su atención hacia su amigo—. ¿Por qué no vamos a ver a Ace y Sabo?, sería bueno decirles que no has armado ningún lio.

—Sííí, vamos. —Luffy prácticamente saltó de su asiento para ponerse de pie, Zoro también se levantó de su lugar, divertido por la ansiedad de Luffy para ver a sus hermanos.

—¿Adónde van chicos? —Nami y los demás habían terminado su plática y al darse cuenta de que los chicos se habían parado decidieron ir a averiguar hacía dónde se dirigían.

—A ver a mis hermanos, shishishi.

—Sería más rápido si vas solo, con la guía de este marimo desorientado terminarás del otro lado de la ciudad. —Aunque el comentario sobre la orientación de su amigo era verdad, en realidad Sanji no quería que se fueran solos a hacer quién sabe qué cosas, le enojaba el sólo imaginarlo, “maldición, ¿qué diablos me sucede?”.

—¡¿Qué dijiste cejas de sushi?!

—¡Repite eso marimo de mierda!

En algún momento de su discusión habían terminado con las frentes pegadas y haciendo presión hacia el contrario mientras parecía que trataban de matarse con la mirada, estaban a punto de empezar a golpearse cuando de repente cayeron de cara al piso y les salió un chichón en la cabeza. Nami les había dado un puñetazo mandándolos al suelo.

—Ya paren ustedes dos. —Suspiró—. ¿Por qué no vamos todos juntos? Así Zoro no se pierde y nosotros aprovechamos para conocer a los hermanos de Luffy, son dos pájaros de un tiro —propuso la peli naranja.

—Sííí, es una gran idea —secundó Luffy.

—Naamii-swwuuaann, tan lista como siempre. —Sanji revoloteaba alrededor de Nami con los ojos en forma de corazón, “así Sanji, actúa como siempre”  se decía a sí mismo.

—Tsk, maldito ero-cook.

—¿Qué dijiste marimo?

—¡Córtenla ya! —gritaron Nami, Usopp y Franky al unísono.

—Ustedes son tan graciosos. —Luffy no paraba de carcajearse por la escena.

—Bueno, vámonos entonces —dijo Nami antes de que esos dos comenzaran a pelearse de nuevo, “deberían ser más sinceros consigo mismos”.

Todos salieron del salón y se dirigieron a la facultad de psicología del instituto.

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