Historia de tres hermanos

Capítulo 45 - Un nuevo significado

NA: Éste capítulo originalmente contenía la letra de una canción, pero lo he editado dejando sólo unos cuantos fragmentos para que no pierda el hilo de lo que quería lograr. Si quieren leer el cap como estaba antes pueden buscarlo en Amor Yaoi o FF.net  La cación es "Aquí estoy yo" y le pertenece a Luis Fonsi y compañía. 

Aviso desde ahora, Tsubaki es un personaje mío, y es menor que Chopper por unos cuantos meses. 

[Capítulo 45 — Un nuevo significado]

Miraba la ventana, mientras el repiqueteo de las gotas contra el cristal seguía sonando incesante, cada vez más fuerte. Se escuchaban también las gruesas gotas de lluvia golpeando el techo, rompiendo el silencio de la habitación en la que estaba. Un relámpago iluminó el cielo por unos segundos antes de volver a ser oscuro completamente, el foco del cuarto tintineó un par de veces y él apretó las sabanas de la cama entre sus manos al pensar que la luz podría irse en cualquier momento, o algo peor, que del cielo podría provenir algo más que sólo gotas de agua y relámpagos.

Estaba tan concentrado en el sonido de la lluvia —que más parecía ser una tormenta— que no se percató en qué momento su acompañante había regresado al lugar. El chico lo miró por unos momentos antes de dejar la charola con emparedados que llevaba en mano sobre su escritorio y acercarse a él.

—¿Chopper?

—¡Ah! —El nombrado saltó de la cama poniéndose de pie por el susto y se dio la vuelta rápidamente, encontrándose con un chico unos cuantos centímetros más alto que él, de tez blanca ligeramente bronceada, con cabello color café rojizo y ojos casi completamente negros, a excepción de un pequeño destello plateado en ellos que era imperceptible si no ponías atención. —¡Tsubaki-kun!

—¿Estás bien?— preguntó un poco preocupado.

—Ah, s-sí yo… sólo veía la lluvia— contestó sonrojándose ligeramente. Tsubaki lo observó no muy convencido, pero en ese momento un gran estruendo proveniente del cielo se hizo escuchar. El castaño dio un respingo y contuvo un pequeño grito mientras apretaba su pantalón con las manos temblorosas.

Su acompañante se percató de su reacción y su nerviosismo. —¿Le tienes miedo a los truenos?

—N-no… claro que no. —Un nuevo estruendo mucho más fuerte que el primero retumbó en el lugar, y Chopper dio un pequeño grito de miedo e  impulsivamente corrió a refugiarse en su acompañante, abrazándolo con fuerza y escondiendo la cabeza en su pecho. —Tal… tal vez un poco.

El menor colocó una mano en su espalda para tratar de tranquilizarlo, pero no pudo evitar soltarse a reír por la confesión de su amigo.

—¡Oye, no te rías!— reclamó el castaño haciendo un puchero.

—Lo siento… es que…— trataba de hablar aún sin poder dejar de carcajearse. —Pe-perdón.

Chopper lo miró molesto y un poco sonrojado. Pensó en golpearlo aunque fuera ligeramente, pero un tercer trueno estridente lo obligó a ocultarse de nuevo en su pecho.  

Tsubaki lo miró con una sonrisa de lado y comenzó a acariciar su espalda temblorosa mientras con su otra mano revolvía su cabello. —Tranquilo, no pasa nada— le dijo suavemente.

El castaño estrujó la camiseta a cuadros del otro y comenzó a respirar lentamente, tranquilizándose poco a poco con aquellas ligeras caricias. Cuando ya no se sentía asustado despegó la cabeza del pecho de su amigo y lo miró con las mejillas adornadas con un tenue color carmín. —Gra-gracias.

Sintió una punzada de alguna sensación cálida y agradable en su pecho ante tal imagen tan tierna frente a él. —No hay… de qué— contestó un poco nervioso. Espera, ¡¿Por qué se había puesto nervioso de repente?! Sacudió ligeramente la cabeza y se alejó un poco del mayor, rompiendo el abrazo tratando de no ser demasiado obvio. —Bueno pero… no creo que sea buena idea que te vayas con ésta tormenta— comentó mirando hacia la ventana.