Capítulo 37 - Regalo

2.4K 176 66
                                    

[Capítulo 37 — Regalo]

―Aaaacee, Aaaacee― canturreaba Luffy mientras seguía de cerca a su hermano mayor bajando las escaleras. ―¿Dónde está Sabooo? Aaacee― preguntó por milésima vez.

Al pecoso se le resaltó una vena en la frente a punto de explotar mientras bajaba el último escalón y se dirigía a la cocina, con su hermanito un par de pasos por detrás continuando con su canción de “¿Dónde está Sabo?”, acabando con su paciencia. Cuando le había dicho a Sabo que se podía quedar con Killer había olvidado que su mayor preocupación no sería despistar a su abuelo, sino al pequeño monito que tenía tras él en ese instante; el menor llevaba desde que se despertó siguiéndolo con la misma pregunta al darse cuenta de que su hermano rubio no había llegado a dormir.

Ace entró en la cocina y comenzó a buscar lo necesario para preparar el desayuno, y Luffy se sentó en la encimera observando a su hermano abrir y cerrar gavetas mientras balanceaba sus pies adelante y atrás, sin dejar de lado su principal objetivo.

―Contéstameeeeee, Aaaaaaaccceeeeeeee.

―¡Ya cállate Luffy, o no te haré desayuno! ―Inmediatamente el menor dejó de hablar y apretó los labios para evitar volver a hacerlo. El pecoso suspiró, se notaba que su hermanito hacía un gran esfuerzo por mantener la boca cerrada. —Escucha, Sabo se quedó a dormir en casa de Killer, ¿satisfecho?― dijo al momento en que encendía la estufa y comenzaba a cocinar.

―Ya veo ―El chico bajó la mirada hacia el suelo, observando el balancear de sus propios pies en completo silencio.

―¿Qué sucede ahora, Luffy?― preguntó al verlo tan callado.

―Sigues tratándome como un niño, Ace― contestó aún viendo el suelo.

―¿A qué te refieres?

El menor levantó la mirada, mostrándole  a su hermano un rostro serio que muy pocas veces utilizaba. ―Sabo no se quedó en casa de Killer solamente para dormir, ¿cierto?

―Bueno, no puedo estar seguro de eso― contestó desviando la mirada hacia lo que estaba cocinando. —Pero es lo más probable.

Luffy asintió. ―Y es por eso que no querías decirme dónde está. ―Aquello no era una pregunta, sino una afirmación. El chico estaba seguro de que esa era la razón por la que su hermano no quería contestar a su pregunta.

Ace suspiró por segunda vez. —Soy tu hermano mayor Luffy― comentó mientras apagaba la estufa al haber terminado el desayuno. Se volteó hacia el menor, mirándolo a los ojos. —Sólo quiero protegerte.

―Lo sé. Lo sé pero, a veces creo que me proteges demasiado.

―Nunca es demasiada protección― replicó al momento en que servía el desayuno en un par de platos y caminaba hacia la mesa.

Luffy dio un salto para bajar de la encimera, siguiendo a su hermano. ―No por saber o escuchar algo relacionado con sexo voy a caer otra vez.

―Ya te ha pasado antes― señaló el pecoso insistente, tomando asiento en la mesa del comedor.

El menor se sentó frente a él. —Pero en ese entonces yo aún no lo había superado― comentó llevándose un pan a la boca.

―¿Y ya lo superaste? ¿Por completo?― preguntó seriamente.

Luffy tragó lo que tenía en la boca y se quedó mirando sus manos por un par de segundos. —No lo sé… pero voy a averiguarlo.

―¿De qué hablas?

―Sabes de qué hablo Ace― se llevó un pedazo de tocino a la boca. —Ahora estoy con Law, y tarde o temprano eso pasará.

―Preferiría que no pasara― comentó desviando la mirada. ―¿Y qué si no estás listo? ¿Y si te hace daño? Lo mataría, eso te lo aseguro.

Historia de tres hermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora