Historia de tres hermanos

Capítulo 27 - Todo Por Ti

[Capítulo 27 — Todo Por Ti]

«Instituto Impel Down — Clase 1-A»

—Los exámenes comienzan el miércoles —explicaba el profesor Crocodile—, y terminan el viernes, lo que quiere decir que tendrán dos exámenes por día. Pegado a la puerta está el horario en el que se les aplicarán.

En el fondo del salón, Luffy le pasó una nota a Law, cuidadosamente para que el profesor no lo atrapara en el acto.

«Nami dice que vayamos todos a su casa para estudiar juntos»

«Lo siento, hoy no puedo»

«¿Por qué? ¿Pasó algo?»

«Nada, sólo tengo algo que hacer»

Después de pasarle la nota por última vez, Law comenzó a guardar sus cosas, a pesar de que la clase no había terminado aún.

Luffy lo miró preocupado. No sabía si era su imaginación, pero el oji gris había estado actuando un poco extraño desde que regresó del baño, parecía un poco tenso y distante, como si algo lo abrumara, pero no podía entender el porqué del cambio, ¿habría pasado algo?

Law se levantó de su lugar con todo y mochila y dirigió un “nos vemos mañana” a su novio antes de caminar hacia el frente. El menor lo observó intercambiar unas palabras con el profesor Crocodile por unos segundos, para que luego el profesor asintiera y el moreno abandonara el salón.

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«Impel Down — Facultad de Psicología»

Killer movía la pluma sobre los renglones, escribiendo automáticamente lo que escuchaba pero sin llegar a prestar atención a aquello, su mente vagaba en los sucesos ocurridos momentos antes.

—¿Qué te parece un trato? —escuchó decir.

“¿Un trato? ¿Qué diablos estás diciendo Trafalgar?” ahora sí que se pegó tanto como le fue posible a la puerta en un intento por escuchar mejor.

—Te escucho— respondió la voz de Kid.

—Tú dejarás en paz a Luffy-ya, no lo lastimarás y no te meterás con nosotros, mientras yo sigo a su lado como su pareja. A cambio— Killer pudo notar que el moreno guardaba silencio por unos segundos antes de seguir hablando. —Tú y yo podemos vernos, en secreto.

“¡¿Qué?! ¡Tienes que estar bromeando Trafalgar!”.

—¿Quieres que te comparta?— obviamente, Kid no estaba muy contento con ese hecho.

—Creo que es mejor que nada. No conseguirás más de lo que te estoy proponiendo, no pienso alejarme de Luffy-ya.

Silencio. Un desconcertante silencio que no ayudaba en nada al rubio, quien se moría por saber qué era lo que ocurría detrás de esa puerta, hasta que escuchó una risa ya conocida para sus oídos.

—Bien, trato hecho— sentenció el pelirrojo.

¿Qué se supone que debía hacer? Kid era su mejor amigo, su confidente, y una de las pocas personas que le importaban de verdad, y era justo por esas razones que se sentía en la obligación de intervenir, a pesar de que el pelirrojo no quisiera escucharlo.

—¿Qué estás haciendo, Kid?— preguntó a su amigo entrando en el baño, una vez que Trafalgar se había ido.

—¿Nos escuchaste?— preguntó alzando la ceja, claro si tuviera una.