Me sobresalté al escuchar de repente música muy, pero muy fuerte, que del susto me caí de la cama y cuando al fin tuve conciencia de lo que estaba pasando, me encontré con Ethan matándose de la risa al lado mío.
Aproveché que se descuidó para hacerle cosquillas. Y así fue como comenzó una guerra de cosquillas que finalizó gracias a mamá diciendo que íbamos a llegar tarde.
Bajamos a desayunar y nuestro papá nos saludó rápido, ya que se iba a trabajar. Él es un empresario muy reconocido en la ciudad, al igual que mamá, y gracias a eso nos podemos dar varios lujos de vez en cuando. Por lo que sé, hoy tenía una reunión importante y por eso se fue más temprano, mientras mamá decidió quedarse un rato más con nosotros y luego alcanzarlo.
Como siempre al llegar, cada uno se va por su lado. Yo me dirigí hacia mi casillero, donde Liv y Nick me estaban esperando porque les iba a contar lo que pasó ayer sobre el supuesto mensaje de Liam.
—Hola chicos, no tienen idea de lo que pasó —fue lo primero que les dije.
—Hola Abby, y no, no tenemos idea —dijo Liv sarcástica.
Entonces les comencé a contar todo lo que me había pasado ayer con lujo de detalles, mientras íbamos al aula.
Al finalizar, se quedan boquiabiertos. Ellos tampoco se lo creían.
—¿Qué? —dijeron los dos al mismo tiempo, llamando la atención de varios alumnos, mientras yo me moría de la vergüenza.
—Eso mismo que les conté —dije en voz más baja —. Por favor no hagan un escándalo con esto que seguro es una broma.
—Por el momento, lo que tenés que hacer es actuar normal, como si nada hubiera pasado —me recomendó Nick y eso es justo lo que iba a hacer.
Entramos al aula y nos sorprendimos un poco al notar que Liam y sus amigos ya se encontraban ahí, pero hicimos como si nada y nos sentamos en nuestros lugares justo cuando entró la profesora.
El día fue bastante aburrido porque debíamos escuchar al resto de los profesores y sus estúpidos discursos. Yo volví a sentir la mirada de alguien atrás mio, me di vuelta disimuladamente y me encontré nuevamente con Liam, pero lo volví a ignorar.
Cuando al fin se terminó el horario escolar y ya nos podíamos ir, les dije a Liv y a Nick que los podía llevar sin problema hasta sus casas, ya que mis padres tuvieron que venir a buscar a Ethan porque se sentía mal.
Estábamos yendo al estacionamiento del colegio, cuando me acordé que dejé unos apuntes en mi casillero y antes de ir por ellos, le dije a los chicos se adelantaran, que no tardaría mucho.
Cuando al fin conseguí los apuntes, me dirigí al estacionamiento otra vez, pero unas voces en uno de los pasillos llamaron mi atención.
—Te dije que no sabe nada —pude reconocer la voz de Liam.
—Vamos a tener que tener mucho cuidado porque si nos descubren, la apuesta será un fracaso y no podemos perder otra vez —escuché la voz de Alex, uno de sus amigos.
¿Apuesta? ¿Qué apuesta?
—Tiene razón, de ahora en más, te vas a dedicar a jugar con Abby Saint Clair. ¿De acuerdo, Liam? —dijo otro de sus amigos, creo que Manuel, y yo no podía más de la indignación y el enojo. Sabía que esto jamás podría ser real, que alguien como él me... ya no importa.
—Tranquilos, fingir que me gusta y luego romper su corazón, simple. Sólo denme tiempo suficiente para lograrlo —dijo Liam.
Eso fue lo último que escuché porque me fui lo más rápido que pude al estacionamiento. Lo raro de todo esto era que no me sentía triste, sino enojada. Pero algo tenía bien en claro, su estúpida apuesta no se iba a realizar o al menos no del todo.
Cuando llegué al estacionamiento, seguramente mi cara debía ser todo un espectáculo porque al instante se me acercaron Liv y Nick a preguntarme qué pasó. A lo que yo pedí que subamos al auto y una vez que lo hicimos, empecé a conducir mientras les contaba todo lo que había escuchado.
—Escuché a Liam y sus amigos hablar sobre una apuesta que hicieron sobre mí—dije enojada.
—¿Qué? —dijeron al mismo tiempo.
—Lo que escucharon, supuestamente Liam va a fingir que le gusto y después me va a "romper el corazón" —dije mientras hacía comillas con mis manos, pero apenas las saqué del volante, los chicos me miraron con horror y me volví a concentrar en el camino.
—Lo voy a matar —dijo Nick.
—Yo también. Sé como esconder un cadáver, por si les interesa —dijo Liv desde el asiento de atrás.
—Ganas no me faltan, pero chicos piensen —hice una pequeña pausa—. Si quiere jugar, va a jugar.
Al parecer no me entendieron, por lo que les tuve que explicar.
—A lo que me refiero, es que voy a fingir que también me gusta el idiota —dije obvia —. Le voy a seguir el juego y cuando menos lo espere, le hacemos alguna broma o algo.
—¿Entonces sería como una contra apuesta? —preguntó mi mejor amiga un poco confundida.
—Supongamos que sí, quiero verlo sufrir y que aprenda a no joder a quien no lo jode, porque eso no termina para nada bien y yo voy a ser el claro ejemplo de eso.
—Wow, para sólo haber pasado unos minutos, sí que sos buena haciendo planes —dijo Nick riendo —. Y no dudes en que te voy a apoyar en esto, después de todo, es un tarado y se lo merece.
—Exacto, que Liam nunca se olvide con quién se metió —dijo Liv.
—Gracias por apoyarme en esto chicos, son los mejores —dije, pero aún así me sentía rara —. Dios, ¿Qué hice para merecer tanta mierda? —murmuré.
—Tranquila, Abby. No es tu culpa que el mundo tenga a muchas personas con un micro cerebro, vos sólo enfocate en vos y no permitas que lo que pase a tu alrededor te afecte —me aconsejó Nick cuando bajó del auto, ya que lo dejamos primero a él.
Ahora estábamos rumbo a la casa de Liv, que no quedaba lejos, por suerte.
—Abby, enserio... ¿Estás bien? —me preguntó.
—Sí, sabía que esto no podía ser real — suspiré —, pero no estoy triste, sólo... muy enojada y... decepcionada. No creí que él... fuera capaz de cometer semejante idiotez, y ni siquiera entiendo el porqué.
— ¿Sabés que contás conmigo, cierto?
—Sí, lo sé, no te preocupes. Lo único que quiero ahora es descansar y olvidarme, aunque sea por un rato, de que personas horribles como ellos existen.
Dejé a Liv en su casa y al fin, fui a la mía.
Llegué y lo primero que hice fue dirigirme a la habitación de Ethan a preguntarle cómo estaba. Toqué a su puerta y se escuchó un "pase". Abrí y me encontré con él acostado en su cama.
—Eyyy, ¿Qué te pasó? —le pregunté mientras me acercaba a él.
—Comí un chocolate y me cayó mal —dijo avergonzado.
—Bueno, no vas a comer chocolate por un buen tiempo —dije riendo.
—¿Cómo estuvo tu día?
—Interesante —me limité a decir.
—Bueno, gracias por venir a fijarte si sigo vivo, ahora dejame descansar tranquilo, por favor —le revolví un poco el pelo mientras él se quejaba y luego me fui a mi habitación.
No podía dejar de pensar en el tema de Liam, entonces para despejar un poco mi mente, decidí ir a la plaza, obviamente, le avisé a mis padres que volvía dentro de un rato.
Mientras caminaba, surgían más y más preguntas en mi cabeza: ¿Por qué yo? ¿Por qué no podía ser alguien más? ¿Con qué necesidad hacían algo así? ¿Qué mierda conseguían?
Me enoja lo que los chicos nos hacen a las chicas, nos tratan como objetos, como basura, como desechos, cuando todo eso lo deberían ser ellos. Nosotras somos demasiado para tan poca cosa, pensé.
Estaba tan pendiente de mis pensamientos que no noté por dónde iba y me choqué con alguien, que para mí suerte, a que no saben quién era...
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¿Una simple apuesta? - [COMPLETA]
Teen Fiction¿Qué harías si el chico más popular del colegio, te prestara atención de un día para el otro? ¿O peor aún, si supieras que su repentino acercamiento se debe a una apuesta entre él y sus amigos para enamorar a una chica que no tiene un cuerpo "ideal"...