Mi vista algo borrosa me llevó a ese callejón abandonado y de noche. Estaba sólo, ¿Por qué? Mike vino conmigo, estoy seguro. Tenía que encontrarlo, sino ellos lo van a encontrar. No iba a permitir que lo lastimaran.
De la nada, una voz conocida llamó mi atención a lo lejos y caminé hacia ella.
—¿Papá? —dije extrañado cuando lo vi parado en medio de la calle —¿Y Mike?
—En un par de meses te voy a enseñar todo el edificio y los trabajadores... —me ignoró.
¿Qué le pasaba?
—Pero papá, no quiero ser un empresario como vos, ya hablamos de eso —me quejé —¿Dónde está Michael? No lo encuentro. Necesito ayuda.
Me empecé a marear y a sentir mi cuerpo adolorido, como si hubiera estado peleando por un largo rato.
—Te ayudaré a prepararte y muy pronto serás el heredero de nuestras empresas...
—Papá, ¿Me estás escuchando?
Todo dolía, ¿Por qué?
Su voz ya no la soportaba, quería que se callara y no lo hacía, así como tampoco quería entenderme ni escucharme.
—Y siempre voy a estar orgulloso de que sigas el legado familiar...
—Papá, no quiero serlo, ¿Cuántas veces más tengo que decírtelo?
De repente, el enojo y frustración que venía conteniendo, se apoderaron de mí y sólo... no los pude parar, no me pude parar. Le di un gran golpe en la mejilla que lo dejó inconsciente en el piso.
Mierda, ¿Qué hice?
Me acerqué rápidamente a él y sólo no me respondió ni reaccionó.
—¿Papá...? —le pregunté preocupado, mientras me aferraba a su pecho con lágrimas en mis ojos —Despertate, no quise esto te pasara, no quise meterte en problemas, perdón —mis propias palabras me confundían y para cuando levanté mi vista a la suya, él ya no estaba, sino mi primo Mike, lleno de moretones y rodeado de sangre —. Por favor, tenés que despertar primo, te necesito. Necesito que vuelvas, Mike, ahora.
Claramente, él no volvió y yo lo único que deseé desde ese día, fue que lo hiciera, aunque fuera imposible. Agarré su mano y me quedé a su lado. Él prometió que no me iba a dejar, ahora yo se lo iba a prometer a él, por más que ambos rompieramos esa promesa.
Me desperté muy exaltado y nervioso de ese sueño. Esto me está haciendo muy mal. Debo decirle a alguien lo que me pasa, no puede ser que otra vez tenga este tipo de sueños. Hace mucho tiempo no tenía uno, ¿Por qué ahora?
Creo que papá está generando mucha presión en mí últimamente y tengo que decirle de una vez lo que me pasa, por más que no sienta que esté listo. Tengo que hacerlo, así como también soltar a Mike de una vez.
Me levanté como pude, mientras seguía pensando en ese sueño. Me dirijo al baño a hacer mis necesidades y a darme una relajante ducha, eso siempre funcionaba para relajar mis músculos tensos. Me vestí y me peiné así no más, y bajé a desayunar.
—Buenos días, mamá. Hola Martu —las saludé —¿Y papá?
—Tuvo una reunión con unos empresarios del exterior y me pidió que me quedara para asegurarme de que no lleguen tarde al colegio —aclaró, mientras tomaba un sorbo de su clásico té, hasta que me miró extrañada —. ¿Te pasa algo, Liam? Te noto algo raro.
—Sí, tuve un sueño bastante raro. ¿Podes hacer una cita con la psicóloga para después de la práctica del equipo, por favor? —le pedí.
Si alguien podía ayudarme con esto, era ella.
ESTÁS LEYENDO
¿Una simple apuesta? - [COMPLETA]
Ficțiune adolescenți¿Qué harías si el chico más popular del colegio, te prestara atención de un día para el otro? ¿O peor aún, si supieras que su repentino acercamiento se debe a una apuesta entre él y sus amigos para enamorar a una chica que no tiene un cuerpo "ideal"...