Capítulo 31: Con cada parte de mí

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Ayer luego de una siesta, me pude concentrar mejor al estudiar, pero hoy me levanté muy alterada por otra pesadilla igual a las de siempre.

Definitivamente voy a dejar de tomar esas pastillas.

Se ve que papá me escuchó y vino hasta mi habitación a hacerme compañía hasta que nos tuvimos que preparar para comenzar el día, y antes de que se fuera, lo llamé.

—Gracias, papá —le dije y lo abracé.

—Sos mi hija y haría hasta lo imposible para que estés bien, no hace falta que agradezcas. Ahora prepárate y repasa un poco lo que tenés que estudiar. Dale, Abby yo sé que vos podés —dijo y se fue a su habitación.

Una vez que me terminé de preparar, fui a desayunar algo rápido y luego me fuí.

Mi guardaespaldas, Zack, venía en un auto atrás mío.

Sí, esto iba a ser un poco incómodo, o al menos hasta que me acostumbrara.

Cuando pasé a buscar a Liv y a Nick, les expliqué que no se asusten por el auto detrás nuestro, que era mi guardaespaldas y que era sólo por delirios de mis padres con su sobreprotección. Por suerte, se lo creyeron y no hizo falta decir nada más.

Voy a esperar a que la semana de exámenes termine para contarles todo, no quiero preocuparlos todavía.

Hoy tenemos tres exámenes: física, matemáticas y literatura. Estaba muy nerviosa y no era la única, los tres, y todo el curso, estaba igual.

(***)

Terminó este nuevo día de exámenes. Por dios, estoy agotada.

Con Liv y Nick decidimos ir a mi casa para seguir estudiando y de paso comer algo. Mis padres aceptaron cuando les avisé por teléfono que iba a ir con ellos y dijeron que enseguida nos preparaban algo.

Como notarán, ellos ahora tratan de hacer su trabajo desde casa, y me sorprende que Ethan y yo sigamos yendo al colegio en esta situación. Tal como dijo mamá, Zack mantuvo cierta distancia, pero aún así fue bastante incómodo porque era prácticamente imposible no notar a un tipo corpulento de dos metros de altura y con un traje.

Estuvimos estudiando toda la tarde con los chicos, y esta vez, los vinieron a buscar sus padres, así yo no salía tan tarde de casa.

Decidí relajarme un poco bailando, ya que hace rato no lo hacía y me ayudó muchísimo, al igual que irme a bañar una vez que me cansé.

Mamá me dijo que eso también me iba a ayudar a desestresarme un poco, y cuando terminé de hacerlo, me puse mi pijama y me peiné para que luego no fuera un desastre hacerlo. Estaba por seguir estudiando, pero justo recibí una llamada de Liam.

—Hola, desaparecida —habló bastante animado y me causó cierta gracia cómo me llamó porque era cierto, recién noté todos los mensajes que tenía de él.

—Hola, Anderson, ¿Cómo te estás preparando para esta locura de exámenes? —le dije mientras acomodaba algunas cosas en mi escritorio.

—La verdad es que estoy bastante estresado, y más sabiendo que ahora tengo un guardaespaldas que me vigila también, incluso preferí no saber su nombre —comentó y pude notar cierta frustración de su parte, y me dolía saber que era por mí culpa.

—Sí, es bastante molesto y más si es por mí culpa. No quiero que les pase nada, pero siento que cada vez pongo en peligro a más personas, especialmente a las que amo —confesé con cierta angustia.

—Ey, no te culpes por esto, es algo que a cualquiera le podría haber pasado y no es tu culpa que haya gente loca en el mundo. Dios, desearía estar ahí con vos y darte un abrazo con todas mis fuerzas.

¿Una simple apuesta? - [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora