Narra Liam
Cuando escuché el timbre supuse que eran Liv y Nick, así que bajé y me encontré con todos menos a ellos. El señor Saint Clair le acababa de abrir la puerta a unos tipos que tenían varios equipos tecnológicos de rastreo o no sé, y que me ponían un poco nervioso por la seriedad que todos manejaban.
Me sentía un completo inútil ahí, sentía que sobraba y que no podría ayudar ni proteger a Abby nunca. Iba a intentar escaparme, ya que quería estar sólo, así que tenía que aprovechar que nadie me estaba prestando atención, pero apenas me acerqué a la puerta volvieron a tocar el timbre y supe que esta vez sí habían llegado.
Todos giraron a mirar la puerta y, por ende, a mí. Papá en especial me dió su mirada reprobatoria, pero como siempre preferí ignorarlo y abrir de una vez la puerta. Ambos entraron muy rápido, se notaba que estaban igual de mal que todos los que estábamos acá por la situación en la que se encontraba su amiga, así que decidí darles mi completo apoyo porque me entendían mejor que nadie.
—Chicos, va a estar bien, ella... va a estar bien —dije convenciéndome más a mi que a ellos.
—¿Qué pasó? ¿Cómo la encontró? —me preguntó Liv.
Al parecer, al resto de los adultos les dió igual que ellos estuvieran acá y siguieron con lo suyo, mientras nosotros nos desesperamos por no poder hacer nada.
—Ahora les muestro la razón, síganme —fuimos hasta la habitación de Abby, que fue donde dejé el sobre que la metió en problemas —. Al parecer, ella leyó esto que dejé en su casillero —se los di —. Según me contó su guardaespaldas, salió muy rápido de la casa a donde supuso que yo estaría, pero la perdió de vista.
Ellos se tomaron su tiempo para leer el trabajo que hice aquella vez, cuando todo apenas empezaba y parecía tan fácil.
—¿Por eso no querías que ella lo leyera? —dijo Nick con una pequeña sonrisa y un tono comprensivo, a lo que yo asentí.
—Si de verdad la quisiste desde siempre, ¿Por qué hacer la apuesta? —me cuestionó Liv bastante seria.
—Es algo que hacía el equipo de fútbol y querían que yo también fuera parte de eso. No supe decir que no, pero... en algún momento, supuse que sería una buena forma para acercarme a ella sin problemas de que me juzgaran, ¡Qué estúpido fui! —confesé con todo el dolor del mundo y ellos se miraron de forma extraña.
—¿SÓLO ESTÚPIDO? —prácticamente me gritó Nick —Usaste a nuestra amiga para tu beneficio y no te importó nada saber lo difícil que fue para ella hacerlo. Dios, ella se arriesgó por vos...
—Nick... —Liv intentó detenerlo, pero yo dejé que siguiera hablando, ambos necesitábamos eso.
—Aún con todo en contra se permitió intentarlo, ¿Sabés desde hace cuánto tiempo no la veía tan emocionada por algo o por alguien?
—¡Nicolás! —volvió a insistir Liv, pero él no se detuvo y sólo yo me quedé estático en mi lugar, asimilando cada una de sus palabras.
—La apoyé porque a mí no me hacía falta saber la verdad para notar que ella estaba mal. Yo sólo quería que ella fuera feliz aunque sea por un momento, incluso si resultaba lastimada, sólo quería que fuera feliz —su voz se cortó en algún momento y pude sentir todo su dolor, pero siguió con su descargo —. Abby se arriesgó realmente por vos, arriesgó su felicidad para que no te pasara nada, ni a vos ni a tu familia. Da pena que tu única justificación sea que te importaba el qué dirán, cuando ella se arriesgó desde un principio a estar con vos después de todo lo malo que vivió, y al final cuando te fue a buscar, vaya a saber dónde terminó —noté como su labio inferior empezó a temblar y fue cuestión de segundos para que sus lágrimas cayeran.
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¿Una simple apuesta? - [COMPLETA]
Teen Fiction¿Qué harías si el chico más popular del colegio, te prestara atención de un día para el otro? ¿O peor aún, si supieras que su repentino acercamiento se debe a una apuesta entre él y sus amigos para enamorar a una chica que no tiene un cuerpo "ideal"...