Luego de una semana eterna, al fin era viernes, mi día favorito. Ustedes pensarán que es porque me gusta salir a la noche con mis amigos por ahí, pero no.
Los viernes son los días en los que me tomo un tiempo para mí, ya sea salir a pasear sola por ahí o quedarme en mi casa a bailar hasta que me canse. Mi padres dicen que es una buena forma de aceptación conmigo misma, que esto me sirve para despejarme de todo por un rato, para mantenerme un poco en movimiento y tomarme ese tiempo tan necesario para todos a veces.
Luego de ir al colegio, al fin estaba en casa y ya había decidido qué hacer. Primero iba a ordenar un poco mi habitación, que a pesar de que soy una persona muy ordenada, esta semana fue un caos y ya le hacía falta orden.
Puse mi playlist a todo lo que daba y comencé.
Mientras iba acomodando todo, bailaba y bailaba. Iba de un lado a otro acomodando ropa y papeles, mientras hacía e inventaba alguna coreografía nueva.
Pasaron casi dos horas y ya había acomodado todo, pero yo seguía armando coreografías muy extensas y agotadoras que, obviamente, no le mostraría a nadie. Por lo que vi en mi celular hace un rato, eran las cinco de la tarde más o menos y estaba tan pendiente de la coreografía, que no había notado que tenía compañía en mi habitación.
—¿Quién hubiera pensado que una de las chicas más tímidas del colegio bailara tan bien? —dijo y pegué un salto del susto.
—Liam, me podría haber lastimado —dije enojada tratando de recuperar un poco el aliento —¿Qué haces acá? ¿Quién te dejó pasar?
—Me gusta el cambio que le hiciste a tu habitación, hace tiempo que no entraba. La recordaba más rosa —dijo como si fuera el momento indicado para decir ese tipo de cosas.
—Todavía es rosa —murmuré.
—Pero no en gran cantidad, como sea, me dejó pasar tu mamá y con respecto a qué hago acá —se me acercó con aires coquetos que no me gustaron para nada —... vine a proponerte ir al cine —dijo sin más.
—Tres cosas: primero... la próxima toca la puerta, segundo... la próxima manda un mensaje como una persona normal, y tercero... acepto, pero vas a tener que esperar a que me arregle un poco, no pienso salir así, estoy toda transpirada por tanto ordenar.
—Y por bailar —soltó una risita que no supe distinguir si era buena o mala, pero viniendo de él, nada era bueno. Lo miré de la peor de las formas y fue hasta la puerta —. Está bien, mientras voy a jugar videojuegos con Ethan.
Al fin desapareció de mi habitación. Ahora sólo tenía que prepararme y no sabía ni por dónde empezar.
Luego de un baño súper rápido, me coloqué una musculosa rosa con un short negro y una campera de jean por si hacia frío, me peiné, me puse perfume, agarré lo esencial y salí rumbo a la habitación de Ethan.
—Estoy lista, vamos.
—Al fin, ya me cansaba de ganarle —dijo mi hermano y yo solté una pequeña carcajada.
—¡Ey! —se quejó Liam.
—Bueno, la próxima te aviso con anticipación para que acomodes aunque sea tu habitación, ¿Okey? —le dije a Et y él asintió.
—¿Quién dijo que iba a haber próxima vez? —murmuró Liam más para sí mismo, pero claramente lo escuché.
—¿Quién dijo que iba a ser con vos? —le dije y salí de la habitación victoriosa, rumbo a la oficina para avisarle a mi mamá que iba a salir.
—Mamá, nos vamos al cine. Vuelvo tarde —dije asomada desde la puerta, donde la pude ver anotando algunas cosas en su computadora.
—Okey, adiós chicos, cuídense.
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¿Una simple apuesta? - [COMPLETA]
Fiksi Remaja¿Qué harías si el chico más popular del colegio, te prestara atención de un día para el otro? ¿O peor aún, si supieras que su repentino acercamiento se debe a una apuesta entre él y sus amigos para enamorar a una chica que no tiene un cuerpo "ideal"...