¿Una simple apuesta? - [COMPLETA]

Capítulo 9: Día en familia

A la mañana temprano, luego de que nos levantamos a desayunar, los chicos se fueron a sus respectivas casas mientras yo pensaba en qué haríamos hoy, ya que tocaba día en familia.

Es como una tradición que todos los domingos hagamos algo todos juntos en familia, a veces salimos a pasear y hacer algunas compras, o simplemente nos quedamos en casa a jugar algún juego de mesa. Desde que tengo memoria es algo que hacemos siempre y es muy reconfortante conectar con la familia siempre que se puede.

Mis padres, al igual que mi hermano, todavía no se habían levantado, así que aproveché para prepararme tranquila.

Me di un largo y merecido baño, colocándome al final crema corporal y perfume, y optando por ponerme una simple remera un poco holgada con el logo de mi banda favorita y un jean de tiro alto.

La verdad no tenía muchas ganas de salir, no después de lo de anoche. Tenía miedo de que se enteraran de lo que tenía con Liam y no quería meterlos a ellos en mi loca idea porque no tenían nada que ver. Además, mis padres son muy amigos de los de él y si esto terminaba mal, porque estaba segura de que terminaría mal, su relación quizás no sería la misma. Pero más allá de mi familia, tenía miedo de él.

Si pudo hacerlo una vez, puede hacerlo otra, y a pesar de que está a cierta distancia de mí, siempre encontró la manera de perjudicarme en todo, aún a la distancia y tras las rejas. Quité rápidamente el recuerdo de lo que me hizo aquella vez y volví a la realidad encontrándome con mamá, justo en la puerta de mi habitación.

—Buen día, cariño —dijo ella.

—Hola, mamá —dije recuperándome de mis irritantes pensamientos.

—¿Los chicos ya se fueron?

—Sí y ya desayuné con ellos.

—¿Estás bien? Te noto algo distraída —dijo mientras se acercaba a mí preocupada.

—Sí, estoy bien, sólo algo cansada. No estuve durmiendo bien estos días, eso es todo —mentí.

—¿Segura? —insistió y yo asentí —. Bueno, cualquier cosa me avisas.

Antes de irse volvió a hablar.

—Por cierto, hoy vamos a pasar el día con mis padres —dijo y se fue.

Luego de que mis padres y Ethan desayunaran y se prepararan, cerramos todas las puertas, nos subimos al auto y fuimos rumbo a la casa de mis abuelos.

Me quedé mirando a través de la ventana, mientras ellos escuchaban música que, sinceramente, no le estaba prestando mucha atención hasta que...

—Ya no tiene excusa —empezó a cantar Ethan.

—Hoy salió con su amiga —le siguió mamá.

—Disque pa' matar la tusa —continuó papá.

Esto ya es normal entre nosotros, a veces nos puede agarrar un momento de estupidez total como el de ahora.

—Pero si le ponen la canción, le da una depresión tonta —cantamos entre todos —. Llorando lo comienza a llamar.

—Pero él la dejó en buzón —canté.

—Será porque con otra está —cantó Ethan —, fingiendo que a otra se puede amar.

—Pero hice toro este llanto por nara, ahora soy una chica mala.

Y así seguimos cantando hasta que llegamos y ellos ya nos estaban esperando en la puerta.

—¡Abuelos! —salió Ethan disparado del auto para saludarlos.

—Hola, mi querido nieto —dijo mi abuela, Graciela.