El día lluvioso no ayudaba a mi ánimo, los rayos y truenos me tenían aterrada, pero él aún más. No, otra vez, no.
El dolor en mi cuerpo fue inmediato.
—Te dije que no me hicieras enojar.
Los golpes eran cada vez más fuertes y constantes, el dolor era casi inexplicable y mi cuerpo estaba completamente débil como para defenderme o hacer algo al respecto.
—Vos te lo buscaste.
Esa horrible voz se repetía una y otra vez en mi cabeza, diciéndome que todo era mi culpa, que cada cosa que pasó lo fue, que yo me lo busqué, que si no hubiera abierto la puerta ese día yo...
Me desperté súper agitada por esa pesadilla, me costaba respirar y tuve que levantarme y quedarme un buen rato en el balcón para poder calmarme. Por suerte no faltaba mucho tiempo para que suene mi alarma para ir al colegio.
—Dios, ¿Hasta cuándo? —murmuré mirando al cielo que todavía se mostraba un poco oscuro debido a que no amaneció completamente, pero sí se sentía el calor que haría a lo largo del día.
Entré al baño de mi habitación, me pegué una buena ducha para despabilarme un poco y luego fui a mi armario y agarré el primer vestido que encontré ya que el calor era muy notorio. Me terminé de preparar y bajé no muy animada a desayunar como todos los días.
—Buenos días, cariño —me saludaron mamá y papá.
—Hola —dije cortante, mientras me sentaba en mi lugar de siempre y le daba un sorbo a mi café.
—¿Sucede algo, Abby? —me preguntó mamá.
—Sólo pesadillas, nada más, tranquila —decidí cambiar de tema y tratar de mejorar un poco mi humor —. Hoy tenemos que entregar el trabajo que hicimos con Liam —comenté.
—Genial, espero que realmente se hayan esforzado porque se tomaron mucho tiempo ayer —dijo papá con un tono desaprobatorio que me causó gracia.
Nunca va a cambiar.
—¡Diego! —se quejó mamá —Dejala que disfrute su adolescencia, además, nosotros a su edad éramos igual o peores a ellos.
Tengo a la mejor mamá del mundo, aunque me preocupa eso de ser peores.
—Buenos días —se acercó y saludó un dormilón Ethan con sus cosas del colegio.
—Hola, Ethan —lo saludamos los tres.
(***)
Llegamos al colegio luego de pasar a buscar a mis amigos y como siempre, Ethan fue por su lado, y Liv, Nick y yo por el otro.
Como lo mencioné antes, hoy tenemos que entregar nuestros trabajos. Justo veníamos hablando de eso con ellos y me dijeron que les tomó más tiempo del que pensaron, así que lo venían terminando en el camino. Por eso llegamos rápido al aula así ellos estaban más cómodos para poder terminarlo.
—¿Cómo es posible que no lo hayan terminado si se conocen desde los seis años? —les pregunté.
—Por eso, como nos conocemos tan bien, sabíamos que si nos juntábamos para hacerlo, no lo íbamos a hacer —se defendió Liv y no pude objetar nada contra eso porque era cierto.
—Exacto —le siguió Nick.
—Por dios, ni a Liam ni a mí nos costó tanto tiempo hacerlo.
—¿Qué no nos costó hacer? —dijo Liam atrás mío causando que casi me caiga de la silla por el susto que me dió.
Detesto que me hagan eso, ¿En qué momento apareció?
—El trabajo —respondí y él me dió un beso en la frente como forma de saludo.
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¿Una simple apuesta? - [COMPLETA]
Fiksi Remaja¿Qué harías si el chico más popular del colegio, te prestara atención de un día para el otro? ¿O peor aún, si supieras que su repentino acercamiento se debe a una apuesta entre él y sus amigos para enamorar a una chica que no tiene un cuerpo "ideal"...