Entramos a mi casa y estaba todo oscuro. Eso significaba solo una cosa.
—¡Sorpresa! —gritaron todos y prendieron las luces.
Aparecieron mis padres y Ethan en mi campo de visión. Estaba todo decorado con muchos globos, fotos y había muchos regalos. Okey, esto realmente estaba pasando.
Comenzaron a cantarme el feliz cumpleaños y mamá venía sosteniendo una torta con el número 18. La verdad es que no sabía qué cara poner, como siempre. Estaba muy feliz y a pesar que ya sabía lo que planeaban, eso no quitó mi emoción.
—Que los cumplas feliz... —finalizaron y yo me quedé mirándolos unos segundos a todos.
—Pedí tres deseos —dijo Ethan.
Una vez que los pensé bien, soplé las velitas y todos aplaudieron.
—Gracias, enserio, gracias —se me escaparon algunas lágrimas.
—Ay, Abby, no llores porque vas a hacer que nosotros también lo hagamos —se quejaron Liv y Nick mientras me abrazaban —. Feliz legalidad, mi amor...
—Mil gracias, chicos.
—Feliz cumpleaños, Abbs —dijo mi hermano, abrazándome —. Oficialmente te podés deshacer de mí.
—Eso nunca va a pasar —le aclaré.
—Felices 18 años de vida, hija —mamá dejó la torta a un lado y se acercó, al igual que papá.
—Mi pequeña ya creció —le siguió papá con algunas lágrimas.
Los abracé con mucha fuerza, quería que fueran eternos.
—Gracias por hacer que nunca me falte nada y ayudarme a cumplir cada cosa que me propuse, los quiero muchísimo a ambos —confesé separándome un poco para limpiarme las lágrimas.
—Feliz cumpleaños, preciosa -—me abrazó Liam y luego me dio un pequeño beso que me hubiera gustado que dure un poco más, pero papá nos estaba mirando y a ambos nos dió cosita.
—Gracias, bebé.
—Hora de abrir los regalos —dijeron Et, Liv y Nick.
Mamá y papá se fueron a la cocina y con los chicos nos fuimos a la sala de estar para abrir mis regalos. La verdad es que la estaba pasando muy bien y sin la necesidad de hacer una gran fiesta. Sólo necesitaba estar con ellos.
—Tomá, abrí mi regalo —dijo Nick entregándome una caja.
Lo abrí y me encontré con un set de maquillaje hermoso y una cartita que luego leería.
—Es hermoso, gracias amigo —lo abracé.
—Ahora tenés que abrir el mío —Liv me dió una bolsita y cuando lo abrí, había una pulserita que le había mencionado que me gustaba el otro día y también había muchos chocolates, caramelos y una cartita.
—Gracias, gracias —también.
Seguramente debía parecer una niña de cinco años, muy emocionada mirando todos sus regalos.
—El mío ahora —pidió Ethan.
Este regalo es el que más curiosidad me daba.
Agarré el paquete y dentro había una taza, que de un lado decía: Feliz cumpleaños Abbs, gracias por todo. Del otro lado tenía una foto de nosotros dos. También había una cartita.
—Ay, voy a llorar diablito, gracias por tan lindo regalo.
Creo que nadie se va a salvar de mis agradecimientos y mis abrazos hoy.
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¿Una simple apuesta? - [COMPLETA]
Roman pour Adolescents¿Qué harías si el chico más popular del colegio, te prestara atención de un día para el otro? ¿O peor aún, si supieras que su repentino acercamiento se debe a una apuesta entre él y sus amigos para enamorar a una chica que no tiene un cuerpo "ideal"...