Me desperté un poco alterada porque sentía algo muy pesado encima mío y que hacía que se me dificultara respirar. Para cuando logré ver de qué se trataba, resulta que era nada más y nada menos que alguien conocido como diablito.
—Ethan, bajate de encima mío o sino... —comencé a hablar.
—O sino, ¿Qué? —me interrumpió.
—O sino voy a hacer esto —dije y, como pude, lo corrí y comencé a hacerle cosquillas sin parar.
—Abby, para, por favor —me rogaba.
—¿Me vas a volver a hacer eso? —le pregunté.
—No, no lo voy a volver a hacer. Para... por favor, Abbyyyy —pidió otra vez y paré.
—¿Lo juras?
—Lo juro por el meñique —dijo y ambos los unimos.
—Bueno, recordá que no te tenés que meter conmigo cuando estoy durmiendo, encima que me cuesta horrores.
—Está bien, pero sólo era para decirte que te quedaste dormida y que vamos a llegar tarde —del susto, empecé a prepararme súper rápido y como pude —. Ey, Abby, tranquila... es una broma —se rió a más no poder.
—Me voy a vengar, diablito —le advertí —. Ahora salí de mi habitación que me voy a preparar bien y como se debe —él se fue.
Me fijé bien la hora y eran las seis de la mañana, así que como tenía tiempo fui a darme una ducha y luego opté por vestirme con una blusa blanca con pequeños diseños de palmeras, una falda de jean elastizada y mis zapatillas súper cómodas.
Una vez que estaba lista, salí de mi habitación para bajar por las escaleras e ir a desayunar, pero me llamó la atención ver a mi hermanito en medio del camino, escuchando la conversación de mis padres al parecer.
—¿Qué haces? —le susurré.
—Shhh —me hizo un gesto con la mano para que me callara —. Escucho lo que dicen, es obvio —yo estaba por recriminarle hasta que volvió a hablar —. Están hablando de vos.
—Eso sí me interesa —dije y me acerqué más para poder escucharlos junto a él.
—Entonces... está confirmado —escuché la voz preocupada de mamá.
—Sí, Nate está cada vez más cerca. Lo vieron dentro de la empresa, pero él logró escapar —habló papá —. Tenemos que proteger a Abby sea como sea, si es necesario se va a quedar en casa, como siempre tuvo que ser. No voy a permitir que ese hijo de puta le vuelva a poner una mano encima porque te juro que...
—¿Qué? —no pudimos evitar decir Ethan y yo.
Mierda, nos escucharon.
—¿Por qué escuchan nuestra conversación? —se nos acercó papá enojado.
—Porque me incluye a mí y a ese tipo que lo único que hizo fue hacernos sufrir —dije más enojada aún —. Si lo hablaban entre ustedes es porque no nos iban a decir a nosotros la verdad —me acerqué a ellos bastante dolida —. Siempre hacen lo mismo y esperan que nosotros después confiemos en ustedes.
—Abby, nosotros te lo íbamos a decir —intentó excusarse mamá, pero ambas sabíamos que eso no era cierto.
Siempre era así.
—¿Cuándo? ¿Cuando ya sea tarde y me encuentre? Dios —no pude evitar agarrarme de la cabeza por la impotencia que sentía en estos momentos —... no quiero seguir discutiendo ahora, cuando volvamos con Ethan del colegio lo vamos a discutir en familia, ¿Okey? Ahora me voy porque no los puedo ni ver, ¿Diablito venís conmigo o vas con ellos? —le pregunté y él agarró sus cosas dejando en claro que iría conmigo.
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¿Una simple apuesta? - [COMPLETA]
Novela Juvenil¿Qué harías si el chico más popular del colegio, te prestara atención de un día para el otro? ¿O peor aún, si supieras que su repentino acercamiento se debe a una apuesta entre él y sus amigos para enamorar a una chica que no tiene un cuerpo "ideal"...