Cuando llegamos, mamá estaba mirando televisión en la sala de estar, así que la saludé y luego subí a mi habitación para hacer toda la tarea atrasada que tenía y apenas iba la segunda semana. Me parece una completa pavada que digan que los que estamos en el último año no hacemos nada, sólo por estar en el último año. Eso no es cierto, nos mandan a hacer de todo y mucho más de lo que deberían inclusive.
Para cuando terminé ya eran pasadas las ocho de la noche y decidí agarrar mi celular, ya que lo había dejado cargando toda la tarde. Tenía mensajes y llamadas perdidas de Liv y Nick, y eso significaba buscar alguna excusa.
Ellos no saben lo que me pasó y por lo tanto no saben que me tomo el tiempo de ir a la psicóloga. Preferí mantenerlo en secreto, que sea sólo algo de familia, aunque tampoco lo sepa la mayoría de ella. Es duro a veces, pero siempre tengo que inventar algo.
Dejé de lado los horribles pensamientos que querían aparecer en mi cabeza y decidí llamar a mis amigos para saber qué querían.
—Hola, chicos —dije animada.
—¿Se puede saber dónde estabas? Te estuvimos llamando y mandando mensajes todo el día —dijo Nick apenas contestó.
—Si, Abby, ¿Qué hacías? —preguntó Liv y no me quedó otra que decir lo primero que se me ocurrió.
—Tampoco exageren che, estaba... con mis padres, los ayudaba con algo del trabajo, luego me puse a hacer toda la tarea que mandaron los viejos sinvergüenzas y mi celular quedó cargando —me excusé.
—Ya nos tenías preocupados —dijo Nick actuando como toda una Drama Queen.
—Drama entrando a la llamada —murmuré.
—Dejalo que haga lo que quiera, además, es nuestra especialidad —dijo Liv con una tranquilidad que me sorprendió.
—Entonces, ¿Por qué me llamaban? —les pregunté.
—Cierto —murmuró algo Nick acordándose, por lo visto, del motivo —. Subieron otra publicación a Top Secrets.
—¿Y qué dice? —pregunté —No me digan que tiene que ver conmigo, por favor, ya tuve suficiente.
Eso sería un bonus a mi comienzo de semana tan desagradable.
—Por suerte no, pero lo que dice no lo vas a poder creer —dijo mi amiga mientras yo buscaba la publicación.
—No me jodas —estaba completamente sorprendida.
"Alex Fernández, de último año, fue encontrado teniendo relaciones sexuales con Luna Aguilar, nada más y nada menos que la delegada del curso, en los vestidores..."
—Nosotros también reaccionamos igual —dijeron ambos y yo me puse a pensar en algo muy importante.
—Chicos, ¿No se dan cuenta de lo que pasa? —dije y ellos negaron —Están hablando de Alex en Top Secrets, es el mejor amigo de Liam, él no pudo haber escrito algo así sobre su amigo.
—Tenés razón, Abby, pero si vos misma dijiste que así te llamó él —comentó Liv.
—Esto es raro —habló Nick —, si Liam no es el que sube estas cosas, entonces... ¿Quién?
—Ya vamos a tener tiempo para descubrirlo —dije restándole importancia —, ahora debemos enfocarnos en nuestro egreso.
—Sí, sí, ya vamos a tener tiempo para eso —dijo Nick imitándome y me estaba por quejar hasta que me llamaron mis papás para cenar.
—Ya me voy a vengar por eso. Chicos me voy a cenar, después hablamos, bye.
Apenas salí de mi habitación, me envolvió el olor delicioso de la comida. Bajé y noté que mamá había preparado su famoso pastel de papas y es lo mejor que había probado en toda vida.
—Está muy rico, mamá —dije.
—Cierto, está buenísimo, amor —dijo papá.
—Gracias —dijo mamá.
Ethan ya había llegado del cumpleaños, pero estaba tan cansado que se fue a dormir. Cuando terminamos de comer, ellos pusieron una película, pero a mí se me hizo un poco aburrida y terminé yendo a mi habitación, obviamente, deseándoles unas buenas noches.
Pasé por la habitación de Ethan y me sorprendí al escuchar llanto detrás de la puerta. Decidí golpear la puerta y esperar.
—¿Quién es? —dijo y se lo escuchó muy mal.
—Soy Abby, ¿Puedo pasar? —le pregunté y pasaron un par de segundos hasta que escuché un "pasa" de parte de él.
Tuve que ignorar el desagradable olor que había y entrar como si nada para poder ayudarlo. Estaba acostado en su cama limpiando rápidamente sus lágrimas para que yo no las viera, pero era obvio que sí lo había hecho y me partía el alma verlo así.
—Ethan, ¿Qué sucedió? —me acerqué rápidamente a abrazarlo.
—Otra vez lo hicieron, otra vez se burlaron —murmuró entre sollozos que no pudo contener.
—Ey, tranquilo —lo abracé más fuerte —. Estoy acá y contás conmigo para todo. No les hagas caso a esos tontos, ya te dije que no lo valen. Sé que es difícil, pero intentalo, no sólo por mí, sino por vos. Si no pueden respetar eso, no son los amigos indicados entonces. Ahora llorá todo lo que tengas que llorar que te va a hacer bien sacarte ese peso de encima, a veces llorar ayuda.
—Gracias, Abby —me dijo una vez que se calmó.
—No es nada, pero esto lo tendrías que hablar con mamá y papá. Ellos piensan que vos estás bien y mira cómo estás. Quizás si vas al psicólogo te sientas mejor —le recomendé.
—No quiero ir a un psicoloco —me reí por cómo lo llamó —. Ya estoy mejor, si siento que lo necesito les digo, ahora permiso que quiero dormir.
—Okey, se nota que estás mejor —le dije entre risas —, buenas noches, diablito.
—Buenas Noches, Abbs, y gracias.
Fuí hacía mi habitación, un poco más relajada luego de haberlo calmado y aconsejado de una manera que a mí me parecía la correcta, y cuando entré no esperé encontrarme con una sorpresa.
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¿Una simple apuesta? - [COMPLETA]
Teen Fiction¿Qué harías si el chico más popular del colegio, te prestara atención de un día para el otro? ¿O peor aún, si supieras que su repentino acercamiento se debe a una apuesta entre él y sus amigos para enamorar a una chica que no tiene un cuerpo "ideal"...