Extra

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3 años después...

Luego de discutir por casi tres horas con un proveedor y con Eva por algunos detalles de la nueva colección en la empresa, al fin llegué a casa. Estaba agotada, pero nunca se lo demostraría y los amores de mi vida.

—Hola, ya volví mis amores.

—Preciosa, vení rápido, mirá esto —me gritó Liam desde la habitación de los niños y fui corriendo preocupada.

—¿Qué pasó? ¿Están todos bien? —pregunté apenas llegué.

—Miralo, está dando sus primeros pasos —dijo ayudando a nuestro hijo Hunter y me morí de ternura al verlos juntos de esa forma.

Me acerqué un poco a ambos y me agaché a la altura de nuestro pequeño.

—Eso es, bebito lindo —dije estirando mis brazos para asegurarme de que no caiga aunque Liam también lo ayudaba. Dio un par de pasitos más hacia mí —. Ya casi, ya casi —llegó hasta donde estaba yo y lo levanté —. Bien hecho, Hunt.

—Eso es, campeón —dijo Liam dándole un beso en la frente al bebé y luego a mí —. Hola, preciosa, ¿Cómo te fue en el trabajo?

—Bien, ya está todo en orden y les puedo dar toda mi atención.

Creo que hicimos mucho ruido porque la pequeña Alexia, despertó de su siesta. Nos acercamos con Liam hasta la cuna y él la levantó.

—Hola, Lexi —le dijimos.

Estos pequeños mellizos tienen un año y cinco meses. Pareciera que fue ayer cuando me enteré que estaba embarazada y no sabía cómo decírselo a Liam.

Flashback

Estábamos en un restaurante con Liv, Nick y Camila. Les acababa de contar a los chicos que estaba embarazada y se quedaron en un estado de shock.

—No lo puedo creer —gritaron los dos y todos se nos quedaron mirando.

—¿Son estúpidos o qué? —hablé más bajo —No quiero que toda la ciudad se entere. Tengo que decírselo a Liam todavía y no sé cómo.

—Es fácil... —dijo Liv —... lo agarras desprevenido cuando llega del trabajo y se lo decís.

—Ahora está trabajando, así que cuando vuelva a casa le voy a decir. Pero... y si él no se quiere hacer cargo, ¿Qué voy a hacer? —dije desanimada.

—Abby —habló Nick —, es imposible que Liam no se haga cargo, es tu esposo y te ama, al igual que a los niños, sino no trabajaría con ellos. Él no sé alejaría de vos, por nada del mundo.

En este momento tenía muchísimas dudas con respecto a todo.

—¿Y si no soy una buena mamá? ¿Y si la convivencia ya no es la misma entre nosotros? ¿Y si no estoy lista?

—Ey, tranquila. Respira profundo —me indicó Liv —. La verdad es que uno nunca está listo para eso, pero son riesgos que uno debe correr. Sino mirame a mí que tuve que terminar la universidad en línea para poder cuidarla a ella —señaló a su hija que ya tenía seis años de edad.

—Exacto —le siguió Nick —. Sólo tenés que ser vos misma.

—Mamá, ¿Qué es la universidad? —le preguntó Cami a Liv.

Mientras ella le respondía a su hija, yo puse mi mano sobre mi panza y me quedé pensando en lo que dijo Nick, tenía que ser yo misma.

Luego de esa charla con los chicos y un largo día en la oficina, volví a casa. Liam no había llegado todavía, así que me puse a preparar la cena. Ya lo había decidido, se lo diría hoy mismo y sin tantas vueltas. Hace casi una semana que lo sé, no puedo ocultarlo más.

¿Una simple apuesta? - [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora