¿Una simple apuesta? - [COMPLETA]

Capítulo 7: Vamos muy rápido

Ya que no me iba a decir a dónde íbamos, me tuve que conformar con admirar la hermosa vista que me brindaba la ciudad, hasta que pasó un rato y se detuvo frente a la plaza a la que venimos siempre.

—¿Qué hacemos acá? —pregunté mientras me sacaba el casco al igual que él.

—Ya te dije que es una sorpresa —agarró mi mano, me ayudó a bajar y empezó a guiarme el camino.

No tenía ni idea de cuál era el punto de todo esto y me estaba desesperando. O sea, no todos los días estás con alguien, que en parte es como un desconocido, en medio de la noche y a solas en una plaza donde tampoco hay nadie.

Estoy exagerando, él no me haría nada malo hablando físicamente, pero no estoy muy segura si lo haría emocionalmente.

—Justo en este lugar, nos chocamos el otro día —dijo una vez que se detuvo —. Seguro debes pensar a dónde quiero llegar con esto, bueno, Abby —dió una profunda respiración —... decir que desde ese día no puedo dejar de pensar en vos, sería una completa mentira, porque lo cierto es que lo hago desde hace mucho más. De hecho, estaba caminando hasta tu casa porque realmente quería verte y, por casualidades de la vida, coincidimos y nos encontramos acá.

Me encontraba escuchándolo atentamente. Sin separar mi mirada azulada de la suya. Aún sostenida de su mano. Sintiendo una suave brisa envolviendo el momento tan íntimo, si se puede llamar así, que se había formado. Sin tener mucha idea de a dónde quería llegar o más bien, sí teniendo una idea que no quería que se concluyera.

—Cada vez que intento dejar de hacerlo, simplemente no puedo, porque sólo te pienso a vos. De hecho es bastante complicado para mí decirte esto porque no soy de mostrar mucho lo que siento y no sé cómo lo vayas a tomar.

Estaba muy nervioso, y creo que aún más porque yo no decía nada. Pero no era mi culpa no saber qué decir, ¿O sí?

—Me gustas mucho, Abby, enserio. Me gusta y me encanta absolutamente todo de vos. Tus ojos, tu sonrisa, tu pelo, tu forma tan característica de expresarte y de decir las cosas sin miedo, tu cuerpo, tu carácter, tu impulsividad, la forma en la que arrugas la nariz cuando algo te disgusta, cuando jugás con tu pelo cuando estás nerviosa, tus coreografías que se notan que armás con tanta pasión y desempeño, y un millón de cosas más que estoy seguro que no habías notado siquiera, ¿Querés ser mi novia? —dijo directamente.

Okey... era la primera vez que alguien me pidiera que fuera su novia y eso, extrañamente, hizo que mi respiración se acelerara a lo loco y que mi cuerpo me enviara una rara sensación a mi estómago.

Yo estaba que no lo podía creer, ¿Enserio había dicho todo eso? ¿Acaso lo había escrito y practicado? ¿O es verdad lo que siente? ¿Yo realmente hago eso cuando estoy nerviosa? ¿Realmente acababa de pedirme eso?

Mi cabeza estaba formulando millones y millones de preguntas al mismo tiempo, mientras él todavía esperaba una respuesta de mi parte, y yo no hacía más que confundirme con mis propios pensamientos.

—Liam, la verdad es que no estoy segura de esto. No nos conocemos tanto, acabamos de volver a hablar luego de bastante tiempo y estás yendo muy rápido, ¿No te parece? Además, no creo que todo eso que dijiste sobre mí sea 100% real — traté de explicar, pero me interrumpió.

—Es que me estás volviendo loco, Saint Clair. Siempre que veo que le contás algo a tus amigos quiero que me lo cuentes a mí, quiero que puedas confiar en mí, así como yo lo hago en vos. Quiero que podamos ser eso que antes no se dió —agarró mi mano y la dirigió hasta su corazón, que palpitaba muy, pero muy rápido —. Así es como me pones cada vez que te veo, te escucho o te siento. Quiero cada parte de vos y aún más las que estoy seguro que a vos te disgustan. Quiero que sepas que enserio me gustas mucho y... que no sé cuánto tiempo más voy a aguantar para besarte.