Aunque sé que no es tan tarde, es muy raro que él esté acá y sólo me surgía una pregunta, ¿Qué quería?
Bajamos todos del auto y nos acercamos a la puerta de mi casa para poder entrar.
—Hola, Liam, ¿Qué haces por acá? —le preguntó papá y por su tono de voz deduje que estaba planeando algo.
—Hola, Diego —lo saludó como si nada y con una sonrisa tan característica de él —. Disculpe la hora, pero vine a hablar con su hija sobre algo muy importante, van a ser menos de cinco minutos, lo prometo —eso último me preocupó.
¿Qué puede ser tan importante como para que vengas a estas horas a mi casa?
—Tranquilo, no hay problema, pero antes quiero decirles que me alegra mucho su decisión. Creo que siempre esperamos esto con tus padres —le dijo papá, dándole un ligero apretón en el hombro y luego entró a la casa.
Okey, eso fue raro, pero tierno... supongo. Aunque lo ideal sería que mientras menos involucrados estén mejor, pero eso se está volviendo algo prácticamente imposible.
—A mi también me alegra mucho, chicos —dijo mamá —. No tarden mucho por favor. Buenas noches —dijeron ambos y entraron a la casa.
—Bueno, creo que yo también me alegro, adiós —dijo un relajado Ethan y luego entró.
Por fin dejándonos a solas.
Hasta este punto yo ya quería que me tragara la tierra de la vergüenza que tenía, aunque no podía esperar menos de mi alocada familia.
—Hola, Anderson —dije sintiendo mis mejillas acaloradas, seguramente estaba roja como un tomate, dios, qué vergüenza.
—Hola —dijo algo nervioso y siendo sincera, yo también lo estaba -—, había venido hoy más temprano pero, como no estaban me fui y te llamé, pero no contestaste, y supuse que estabas ocupada y luego me preocupé, y por eso vine a estas horas, je.
¿Realmente hizo eso? La parte ilusa de mi cerebro me decía que le creyera que enserio era importante, pero mi lado realista me decía que no sintiera de más y actuara como si le creyera a lo que me decía, aunque no fuera así, obviamente.
Solté una risa nerviosa.
—Tranquilo, sólo tuve el celular apagado todo el día, ahora estoy acá, y... perdón por eso —le indique algo apenada sobre lo que dijeron mis padres y hermano —. Se enteraron de —no sabía cómo llamarlo —... lo nuestro porque vieron la publicación en Top Secrets, ¿Qué era eso tan importante que querías decirme?
—También te quería pedir perdón, Abby. Sabía que tenía que ser más cuidadoso y no lo fuí, y ahora por eso nuestras familias lo saben y no cumplí con lo que me pediste —dijo un poco acelerado —. Yo creo que en una relación lo que más se debe destacar es confianza y... creo que traicioné la tuya al no poder cumplir con algo tan simple como esto.
¿De verdad me estaba pidiendo perdón? ¿A mí? ¿Enserio usó la palabra confianza como algo clave cuando él es el que mintió en primer lugar con lo de la apuesta?
Por un momento quise darle una buena cachetada y decirle que podía meterse su confianza por el culo, ya que era lo que menos me importaba, pero no lo hice por dos simples motivos. El primero era porque nuestras familias ya estaban involucradas y sospecharían que algo malo había pasado, y el segundo era que no podría cumplir mi objetivo que es encontrar su punto débil y destruirlo.
Traté de acomodar mis ideas rápidamente y concentrarme en darle la mejor respuesta posible.
—Ya pasó, ahora todos lo saben y no podemos volver el tiempo atrás. Sólo hay que vivir con eso; además, no es nada del otro mundo, tarde o temprano se iban a enterar.
Hubiera sido mejor tarde que temprano, pero siempre alguien la tiene que cagar.
—Tenés razón, y ahora que lo pienso, todos lo saben y nadie se sorprendería si te diera un beso, ¿Cierto? —no me dejó responder nada al respecto porque se acercó, me sujetó de la cintura y plantó sus suaves y cálidos labios con los míos, y extrañamente, todo rastro de enojo que tenía hacia él, se me había ido.
—¿Sabes que mis padres están detrás de la cortina espiándonos? —le dije con cierta diversión esperando la reacción de papá y me separé un poco.
Lamentablemente, eso es algo normal en mis padres, chusmear todo lo que hacen sus queridos hijos. No me sorprendería que algún día ni siquiera lo disimulen y hasta lo hagan con pochoclos como acompañamiento.
—Sí, sí lo sé y no me importa —dijo uniendo nuestras frentes, afianzando el agarre en mi cintura e intentando volver a besarme, pero no lo logró gracias a la interrupción de alguien y Liam se separó inmediatamente de mí, gracias a Dios.
—Está bien que les haya dicho que me alegre su relación y que en parte esté orgulloso, pero tengan algo de respeto frente a mi casa, por favor —dijo papá celoso e intentando parecer serio aunque fuera de todo menos eso, jaja.
Sé que está queriendo hacernos una broma porque su intento de seriedad es muy malo, además, lo conozco muy bien y no es la primera vez que pasa.
—¿Y a vos te parece que espiarnos junto con mamá atrás de la cortina es tenernos algo de respeto? —dije y escuché a mamá murmurar algo inentendible desde adentro.
—Perdón, Diego, no va a volver a pasar —le dijo Liam riendo por la situación, al igual que yo.
—Es una broma chicos, no soy tan estricto como parezco, pero ahora es muy tarde y Liam... ya deberías ir a tu casa.
Qué manera tan sutil de echarlo, papá.
—Papá no seas tan molesto, me despido y entro —dije tranquilizándolo.
—No tarden mucho y adiós, Liam —dijo y volvió a entrar a la casa.
—Wow, yo estaba esperando un buen golpe —murmuró y eso me puso en alerta, ¿Acaso...? No, no puede ser.
—Él no es así, además, ya te conoce, es muy comprensivo y más si se trata de mi porque... no importa - casi le digo la verdad, debo tener más cuidado, mierda —. Ehh, avísame cuando llegues a tu casa, buenas noches, Anderson - le di un corto beso y antes de entrar me detuvo del brazo.
—¿Acaso siempre me vas a llamar por mi apellido? —preguntó con cierta gracia en su voz.
—Me parece más original que algún apodo súper gastado —le respondí sin más —. Buenas noches, Liam —dije recalcando su nombre.
—Buenas noches, Saint Clair —me saludó y yo entré a la casa.
Llegué a mi habitación y la verdad es que no tenía sueño, lo cual era raro porque anoche no había dormido nada, así que decidí relajarme un poco como lo suelo hacer, bailando.
Me puse a escuchar mi playlist con los auriculares para no molestar a mis padres y a Ethan, que sí estaban cansados, y comencé a bailar.
La verdad es que al bailar lo dejo todo, y me permito relajarme y olvidarme de todos mis problemas. Es mi momento de libertad absoluta y es muy gratificante la verdad.
Me mantengo en movimiento, siguiendo el ritmo de cada canción de la playlist que tiene una gran variedad de canciones, desde algún reggaetón viejo o una cumbia hasta las típicas canciones de pop en inglés.
Tengo días en los que me da mucha vergüenza bailar frente a alguien, y otros en los que me da igual todo y lo hago porque sí. Así soy yo, un poco indecisa, pero al fin y al cabo, hago lo que amo.
Pasó casi una hora y cuando ya me encontraba agotada, fui a darme un rápido baño, me coloqué mi camisón para dormir, tomé mis pastillas para... bueno, ustedes ya saben, y luego me acosté.
Había olvidado por completo revisar mi celular y noté que Liam me había mandado un mensaje diciéndome que ya había llegado a su casa.
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¿Una simple apuesta? - [COMPLETA]
Teen Fiction¿Qué harías si el chico más popular del colegio, te prestara atención de un día para el otro? ¿O peor aún, si supieras que su repentino acercamiento se debe a una apuesta entre él y sus amigos para enamorar a una chica que no tiene un cuerpo "ideal"...