¿Una simple apuesta? - [COMPLETA]

Capítulo 5: La cena

Estaba terminando de acomodar mi ropa nueva en el ropero cuando papá entró a mi habitación muy ansioso.

¿Qué planeó ahora?

—Abby, viene a cenar la familia de un muy buen amigo mío.

—¿No se te ocurrió avisarme antes? —dije algo molesta.

—Surgió de un momento para otro hija, no te enojes, miralo de esta forma, vas a poder estrenar tu ropa nueva —me guiñó un ojo y se fue.

Papá tenía razón, voy a poder estrenar algo de mi ropa nueva, pensé, y automáticamente busqué lo que quería usar, que era una falda a cuadros azul, con una blusa un poco ajustada blanca.

Una vez que estaba lista, baje a ayudar a mamá a ultimar detalles de la cena.

—Que linda te ves, Abby —dijo mamá.

—Lo sé —dije y se rió por mí comentario —. ¿Sabes quién viene a cenar?

—No, tu padre quiere que sea una sorpresa.

—Clásico de él —murmuré mientras buscaba las cosas para poner en la mesa.

Pasó aproximadamente media hora cuando al fin estaba todo listo y se escuchó el timbre.

Nos dirigimos todos hacia la puerta para saber quiénes eran los misteriosos invitados y, una vez abierta la puerta, me sorprendí al verlos.

Era la familia de Liam, los Anderson.

—Buenas noches —se saludaron mis padres con los de Liam y luego nos saludaron a Ethan y a mí.

—Hola, niños —nos saludó Nora, la mamá de Liam —¡Qué grandes que están!

—Hola, Nora —dije un poco sorprendida todavía —, me alegra mucho verte.

—¿Y no te alegra verme a mí? —dijo Héctor, el papá de Liam.

—Claro que me alegro de verlos a ambos, sólo estoy sorprendida porque papá no nos quiso decir quién vendría.

—Sí, es normal en tu padre ese tipo de cosas. Tranquila, la próxima yo me encargo de que te enteres antes —me susurró Héctor.

A pesar de que con Liam no nos llevábamos del todo bien, siempre tuve buena relación con sus padres porque son maravillosos. Creo que eso es lo que más detesto de haberme metido en un lío bárbaro como este, que cuando uno de los dos salga lastimado, la familia tarde o temprano se va a enterar y la relación no va a ser la misma.

Con mi hermano, nos saludamos incómodamente con Liam y Martina, era un poco rara la situación. Supongo que papá lo notó y nos indicó que tomemos un lugar en la mesa, gracias a Dios.

Papá se sentó en la cabecera, mamá a su lado derecho y Ethan al izquierdo, yo en medio de mamá y Nora, enfrente mío estaba Liam y a su lado Martina, y en la otra punta estaba Héctor.

Todos comenzamos a degustar la exquisita comida que había preparado mamá con un poco de ayuda de papá.

—¿Cómo vas en el colegio, Abby? —me preguntó Héctor.

—A penas empezamos hace un par de días, pero bastante bien, ya nos dieron varios trabajos para hacer y la verdad estoy feliz y emocionada porque es el último año —dije animada.

—Y estamos orgullosos de que estén en su último año —comentó papá.

—Deben disfrutarlo al máximo y hacer locuras —dijo mamá y al notar que todos la quedamos mirando, concluyó —, pero no de las que podrían lograr expulsarlos, no me malinterpreten.