Capítulo 27: Todos juntos

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Me desperté antes que Liam y me quedé mirándolo por un rato, tal y como él había hecho la otra vez. Se veía tan lindo, tierno e indefenso durmiendo, que me tuve que resistir a sacarle una foto.

Decidí dejar de parecer una acosadora y con cuidado de no despertarlo tuve que correr su brazo que sujetaba mi cintura, y me dirigí al baño a lavarme la cara y los dientes, mientras pensaba en que gracias a él dormí muy bien anoche. Sólo esperaba no haber hecho nada raro.

Preferí dejarlo dormir un rato más y bajé a desayunar tratando de hacer el menor ruido posible para no despertarlo.

Mis padres ya se encontraban ahí desayunando y tomé asiento en mi lugar habitual.

—Buenos días —les dije.

—Buenos días, hija —me saludaron ambos con un beso en la frente —. ¿Dormiste bien?

—Sí, por suerte no tuve pesadillas y tampoco recuerdo haberme despertado a la madrugada.

—Veo que te hizo bien dormir acompañada —dijo mamá con ese tono de doble sentido que tiene.

—¿Respetaron la distancia? —preguntó papá.

—Sí —mentí, pero fue por un bien mayor, tanto para Liam como para mí —, ¿Ethan sigue durmiendo? —pregunté mientras tomaba un sorbo de mi café con leche.

—Sí, anoche se quedó muy preocupado y le costó dormirse, por eso no lo desperté —dijo mamá.

—Bueno, cuando se despierte le voy a hablar —era muy temprano para tocar el tema pero no podía dejar de darle vueltas —. Eh, papá, ¿Qué va a...?

—Buenos días —dijo un dormilón Liam una vez que bajó de las escaleras.

—Buenos días —lo saludamos los tres, mientras se sentaba al lado mío y dejaba un ligero beso en mis labios —¿Dormiste bien? —me preguntó y yo asentí.

—Liam, ¿Es cierto que respetaron la distancia? —le preguntó papá.

—¡Papá! —me quejé.

—Tengo que estar seguro, Abby —se defendió y yo estaba roja de la vergüenza —¿Y?

—Sí, mantuvimos la suficiente distancia, señor Saint Clair —respondió él..

—Eso espero —se limitó a decir.

Esperé a que todos desayunaran tranquilos y al fin, me animé a tocar el tema.

—¿Qué vamos a hacer al respecto? —pregunté y papá suspiró.

—Sabía que no ibas a dejar el tema ahí —hizo una pausa y habló —. En cualquier momento te ibas a enterar de esto, así que Héctor me hizo el favor de contactar a la cárcel en donde él se encuentra y nos comentaron que... —no logró terminar la oración porque lo interrumpí.

—Él se escapó —terminé por él y todo mi cuerpo empezó a temblar cuando papá y mamá asintieron.

—Contratamos a los mejores investigadores del mundo, al igual que Héctor y Nora para encontrarlo, pero vos tenés que quedarte tranquila y concentrarte en lo que importa que es el colegio, al igual que tu hermano y Liam —dijo papá.

Yo seguía procesando todo y mi cabeza era un lío de emociones juntas. Él estuvo acá anoche, estoy más que segura, lo suficientemente como para lograr que yo me sintiera mal por momentos. Es como si mi propio cuerpo reaccionara y me diera señales para saber que estaba cerca.

—Si hay algo en lo que yo pueda ayudar, lo voy a hacer - dijo Liam demostrando todo su apoyo y sujetando fuertemente mi mano.

—Gracias por eso, querido, pero ambos deben enfocarse en lo único que importa, que es el colegio y su egreso, por ahora —le dijo mamá.

¿Una simple apuesta? - [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora