Los sonidos entre tú y yo

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Zenitsu e Inosuke estaban aburridos. Mortalmente aburridos. Tanjiro les había rogado el portarse bien ya que ellos no habían sido heridos de mortalidad —lo cual era irónico considerando que les cayó una pared encima— y por ende no debían estar en la enfermería de la casa pero tampoco podían ir con él a una reunión al parecer importante que ellos desconocían.

Nezuko dormía cómodamente en su caja dentro de la habitación de tatami antigua. Y Aoi junto con Kanao ya les habían ido a visitar. La de coletas había sido traída por Tomioka y el patrón como una muestra de ayuda y cooperación hacia los Todoroki porque ella había sido quien más conocimientos tenía sobre venenos y sus efectos, gracias a Shinobu Kocho. Sería de gran ayuda para le chico —quien sabían era el cenizo que había atacado a su amigo— que estaba herido en la casa de los Todoroki. Kanao como el nuevo pilar de la flor le estaba haciendo de escolta.

El rubio cerro los ojos buscando un poco de tranquilidad. Había muchos ruidos en aquella enorme casa y eso le ponía nervioso, algunos eran iracundos, otros asustados y unos pocos suaves. Todos provenían de distintos lugares y le hacían pensar en donde se encontraría Tanjiro, esperaba que fuere donde los ruidos eran más suaves y calmados.

— ¡Estoy aburrido Momitsu! —exclamo el de ojos verdes, sacándole de su ensoñación.

— ¿Que quieras que haga? —hizo un puchero, sin intención de pelear con el contrario.

— ¡No lo sé! —se tiro hacia atrás y golpeó los tatamis con sus cuatro extremidades — ¡Pero haz algo! ¡Me aburro!

Zenitsu suspiro con fastidio. Los sonidos de Inosuke no mentían, estaba realmente aburrido y le pareció escuchar la vibración de la preocupación en algún lado de la sinfonía. Eso le hizo apiadarse de él. Así que recorrió la habitación con la mirada, notando que la caja donde estaba la femenina no se había movido en ningún momento y que un sonido como de agua se escuchaba a lo lejos.

—Bien —se paró y pateo la pierna de el pelinegro con puntas azules —Ven Inosuke. Ya sé que podemos hacer.

Desde abajo de la gorra, el de ojos verdes sonrió.

A diferencia de Tanjiro e Inosuke, él había vivido gran parte de su vida en la ciudad

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A diferencia de Tanjiro e Inosuke, él había vivido gran parte de su vida en la ciudad. Por eso no podía entender el brillo emocionado en los ojos verdes de el contrario mientras miraba el pequeño río que habían encontrado.

— ¡Genial! —gritó Inosuke feliz — ¡Voy a pescar Momistu! ¡Traeré el pescado más grande de este lugar!

Zenitsu se sentó en la orilla mientras el otro corría a meterse en el agua. No sabía si por ese río —el cual tenía la corazonada de que podría ser artificial— habría peces pero no quería perturbar al contrario quien parecía estar finalmente feliz y entretenido.

Además le había parecido escuchar el tormentoso sonido de Sanemi Shinazugawa llegando a la residencia de los Todoroki y prefería estar lo más alejado de aquel hombre. Quedarse en aquel lugar era una sabía decisión de su parte.

Sálvame [Crossover]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora