Lo que desees, lo haré

224 46 2
                                    

El olor de Nagisa era muy poco en la zona así que Tanjiro esquivaba a muchas personas que estaban aglomeradas en ese lugar, trataba de no perderse en la marea de esencias y enfocarse en el olor que debía encontrar. Al ser un demonio ya tenía de por sí cierto olor característico pero además gracias al cuchillo que le había dado Karma, el olor también era como una mezcla de chocolate y suavizante de ropa.

Estaba bastante disperso pero su nariz le decía que era por un callejón y después más lejos, mucho más lejos.

—Frentón —le llamo Katsuki —Espero que sepas que nos estás metiendo a Ikebukuro.

— ¿Y eso que tiene de malo Kacchan? —le pego Izuku por distraer a el cazador en su tarea.

—Que estamos muy lejos de algún hotel, maldito nerd —replico el cenizo ofendido por el golpe.

—Podemos quedarnos en algún parque —propuso Shoto.

—Silencio —pidió Karma un poquito alterado —Quiero que encuentre a Nagisa rápido.

Bakugou estuvo por replicarle pero la mirada seria de Midoriya le hizo detenerse y únicamente bufar molesto, lo que le saco una sonrisa divertida a Todoroki.

Estaban pasando por un callejón y en efecto, estaban entrando a la zona comercial de Ikebukuro que estaba mucho más llena de gente que antes. Tiendas departamentales en todos lados, shoppinps, cafeterías, restaurantes, etc. Una gran variedad de lugares y personas por lo cual mantenerse juntos estaba siendo algo complicado.

Tanjiro iba a la cabeza con Nezuko de la mano, Karma muy cerca de ellos e Izuku también. Katsuki y Shoto iban detrás teniendo complicaciones ya que cada dos o tres personas los chocaban haciendo que el cenizo maldijera y el bicolor terminará por ponerse delante al ser más alto para abrir el camino.

En un punto, el de pecas estuvo por caer en medio de la calle y en un acto de reflejo se colgó a lo más cercano que tenía que fue el hombro de el cazador de pendientes.

Tanjiro dejo automáticamente de buscar el olor de Nagisa al ver los ojos esmeralda tan de cerca, la respiración agitada del menor le golpeaba en el rostro debido a la caminata apresurada y la mano que sostenía en su hombro era cálida.

Inmerso en ese mar de gente, lo único que podía importarle era verlo.

—L-Lo siento —tartamudeo el de pecas soltando su hombro — ¿Te lastimé Tanjiro-kun?

—Onichan, ¿caminar? —pregunto confundida Nezuko porque se habían detenido.

— ¿Le perdiste el rastro? —interrogó Karma ansioso.

—N-No, no, no es eso —negó con la cabeza el cazador, el pequeño accidente había permitido que el cenizo y el bicolor estuvieran ya cerca suyo —Izuku, toma mí mano.

El de pecas le vio extrañado al mismo tiempo que un rubor rosado cubría sus facciones. Resaltando de forma muy bonita sus pecas.

— ¿Ehh? ¿M-Mí mano?

—Sí —confirmo el cazador tomando la mano que aún colgaba de su hombro —Para no perdernos.

Midoriya parpadeo confundido un par de veces, Kamado lo decía en serio y bueno no es que le molestara ir de la mano con el cazador pero era un tanto incómodo.

— ¿Se van a quedar así todo el día o qué?

Karma estaba de brazos cruzados viéndolos a ambos con obvia molestía lo que les hizo por un misterioso motivo —que para Katsuki que también veía la escena le hizo tener un presentimiento— les hizo sonrojar.

Sálvame [Crossover]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora