Precio a pagar

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Su mamá siempre fue muy protectora pero nunca imagino que la del cenizo también lo fuera.

¡Katsuki, mocoso, escúchame!

¡No! gruñía el más bajo — ¡No, no, déjame bruja!

Mitsuki Bakugou —su tía como su amorosa madre pedía que la llamara— estaba regañado a su amigo Katsuki que tenía su edad. El pequeño pecoso los veía idénticos, mismo pelo y color de ojos junto con un carácter muy aterrador.

Pero aun así él y su madre querían mucho a los dos Bakugou.

¡Kacchan! —fue el de ojos esmeralda al rescate de su amigo — ¡Vamos a jugar!

Seguramente, en otra ocasión el cenizo se hubiera enojado porque pensará que necesitaba su ayuda. Pero por como era su madre, Izuku suponía que se la dejaría pasar.

Vieja, ya déjame —tiro de su brazito que solo tenía una cortada insignificante —Tengo que vigilar que el idiota de Deku no haga tonterías.

Mitsuki frunció el ceño tenía junto con ella todo un kit de primeros auxilios que pensaba utilizar en su único hijo apenas vio el raspón que se había echo en su brazo al tratar de subir un árbol. Pero la mirada esmeralda —tan parecida a la de su querida amiga— la hizo ceder y que le removiera los cabellos a su hijo.

No se vayan muy lejos, ¿de acuerdo?

Izuku asintió y Katsuki simplemente se fue corriendo dejando a la rubia dando un suave suspiro mientras miraba el pañuelo con el que había limpiando la sangre del menor.

Era solo un poquito de sangre. No era ni cerca de unos milímetros. Así que no tendría porque pasar nada ¿Verdad?

Mitsuki apretó el pañuelo contra su pecho y fue a dónde Inko y Masaru estaban haciendo la comida. Los dos charlaban alegremente y cuando la vieron sonrieron. Usualmente sería la de cabello verde la que se pasaría con la paranoia de estar afuera al aire libre pero sabía que desde que su marido había muero, Inko necesitaba afrontar ciertas cosas.

Y una era que no podía pasarse toda la vida encerrada junto con Izuku en un departamento lleno de glicinas.

Y una era que no podía pasarse toda la vida encerrada junto con Izuku en un departamento lleno de glicinas

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Abrió los ojos de forma abrupta y agradeció que no hubiera nadie con él en la habitación. Entonces pudo permitir que sus lágrimas bajaran libremente por sus mejillas.

Hasta que escucho unos sonidos provenir de algún lado de la habitación y hubiera activado su actividad sino fuera porque Nezuko le vio primero.

Izuku se sintió como un idiota. Estuvo por atacar a la hermanita de Tanjiro. Aunque le daba miedo estar con ella en la habitación no significaba que la atacaría agrede.

Sálvame [Crossover]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora