Capítulo 21.

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Por fin terminó la clase.
Tomo mis cosas y las guardo en la mochila. Salgo del salón para reunirme con mi mejor amiga y ahora mis nuevos amigos.

Veo a Lucas, sentado en el banco con su móvil entre las manos, voy hasta el y toco su hombro para llamar su atención. El me responde con una sonrisa y me invita a sentarme a su lado. Unos minutos después llega mi mejor amiga cargando unos libros, los coloca encima del banco y empieza a contarnos como el profesor les dejaba un monto de tareas sin piedad alguna. Lucas y yo reímos cada vez que llama de algún apodo raro al profesor. Después de un rato, Abraham se une a nosostros.

Platicamos un poco más acerca de las clases. Luego fuimos hacia la salida para cada quién ir a su casa.

- Valeria te acompaño a casa- habló Lucas.

- No, no es necesario, gracias- habla en tono tímido.

- Anda deja que te acompañe, de paso te ayudo a cargar esos libros- le quitó los libros de las manos a mi mejor amiga y le dedico una sonrisa seguido de una giñada de ojo.

El castaño y yo solo los mirábamos, quito mi vista de ellos para posarla en el castaño. El también me mira y ambos negamos en tono divertido.

- Bien chicos nos vamos- dijo Lucas. Mientras empezaba a caminar.

-Adiós chicos- mi mejor amiga se despide y va al lado de el chico de cabellos azabache para empezar a alejarse.

-¡Lucas¡ ¡Si hacen cosas de más, usen protección! - le grita el castaño a su mejor amigo. Este se voltea y con dificultad, por los libros que carga, le saca el dedo corazón al castaño. Este sonríe y se encoge de hombros.

- Abraham ¿te parece si vamos por un helado? - pregunto mientras jugeteo con mis dedos.

- Dejame pensarlo- guarda silencio un momento y se hace el que piensa- Bien, pero yo los pago.

-Esta bien - le sonreí.

Fuimos hasta una heladería, ordenamos y nos sentamos en una de las mesas que habían en el lugar.

Y empezamos a platicar, o bueno, yo era la que hablaba.

- Y entonces ella dijo que él le había dicho pero que a él le dijo otra persona pero no puede ser verdad porque yo no le dije a él si no a la primera persona que le dije y- no pude seguir hablando porque abraham había atrapado mis labios con sus dedos cerrandolos.

- Que chica tan parlanchina, ¿no te cansas de hablar? - quitó su mano.

- Lo siento- me encogi de hombros inocente. El rodó los ojos. - Es que tú casi ni hablas- me excusé.

- Prefiero hacer otras cosas-  quitó su mirada del helado y la fijó en mi.

- ¿Cómo que? - hablé confundida.

No respondió, se acercó a mí lo más cerca que la mesa que estaba en medio le permitía, me sujetó del cuello acercándome a él, y juntando nuestros labios.
Luego de unos minutos nos separamos. Yo con una sonrisa en el rostro y el... Pues.. Su rostro estaba cerio, sus ojos miraban fijamente los míos.

- ¿Pasa algo, Abraham?.

- No... No pasa nada.- guardó silencio un momento.- Ya tengo que irme.

Sin dejarme gesticular palabra alguna se levantó, fue hacia la caja, pagó y salió por las puertas de la heladeria.

Sin pensarlo mucho, me levanté y salí del lugar. Un poco desilusionada, por lo sucedido anteriormente, emprendí rumbo hacía mi casa.

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Bad Boy © (Abraham Mateo💥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora