Capítulo 35.

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─Hey, Sofi, hablemos. ─habló, lo ignoré y bajé del auto. El camino a casa fue en completo silencio. 

Camino hasta llegar a mi casa, una vez parada en frente de la puerta de esta maldecí mentalmente. Había olvidado por completo que no tengo la llave de la puerta conmigo. 

─¿Qué pasa?, ¿Por qué no entras?─ habla el castaño detrás de mí, no sabía que estaba ahí.

─No tengo las llaves, eso es todo─ me apoyo contra la puerta.

─Volvamos al auto, Sofia.─ Pide.

─No quiero. Será mejor que te vayas.

─Sofia, vamos al auto─ habla demandante. Yo giro la cabeza y lo miro como si le lanzara dagas con mis ojos.

─Te dije que no quiero.─ hablo apretando los dientes. Cierra los ojos, como si se estuviera calmando internamente mientras maldice por lo bajo.

─Sofi, por favor, vamos al auto te llevaré a mi casa hasta que tu madre llegue.─ no respondo.─Vamos pequeña, lo arreglaremos todo, ¿Si?.─ habla mientras se acerca a mi y me toma cuidadosamente del brazo. No puedo ceder, no debo, pero sus palabras y esos hermosos ojos color café hacen que olvide todo lo que está pasando.

─No debería...─ hablo más para mi misma.

─Todo se arreglará, lo prometo.─ besa mi frente. Y con eso es suficiente, me tiene a sus pies. Asiento tímidamente y voy con el hasta el deportivo rojo, una vez dentro me coloco el cinturón y  pongo toda mi atención en la ventana. El viaje es igual que antes, silencioso, lo único que se escucha es el ruido que hace el motor del auto. 



(***)

Gira la llave y abre la puerta dejándome ser la primera en entrar, lo hago un poco temerosa y el castaño viene detrás de mi cerrando la puerta. Mis ojos exploran detenidamente toda la casa, es preciosa y muy grande. La sala es gigantesca, siento que me faltan ojos para ver toda la decoración que adorna el lugar. Mi vista se detiene en un cuadro que esta colgado en la pared, en esta hay  un hombre muy apuesto y una mujer sonriendo con un pequeño en brazos, se ve perfectamente que el niño está riendo a carcajadas, es Abraham. Son una familia muy feliz.

─Sé lo que estás pensando y creeme que la realidad no es como en la foto.─ Al oír eso mi sonrisa desaparece. 

─¿Hay alguien?─ pregunto cambiando de tema.

─No, no hay nadie, solo estamos tu y yo.─ asiento y mi vista sigue mirando el lugar, estoy cansada, han sido muchas emociones en tan solo un dia. Voy hasta uno de los sofás y me dejo caer en este. Acto seguido el castaño hace lo mismo quedando a mi lado. ─ Perdona que te hayas enterado de esta manera.

─¿Cuando tenias pensado decirmelo?.

─Justo estaba hablando con Lucas, acerca de eso. Y la verdad es que no pensaba decírtelo. ─ habla mientras se quita la casaca de cuero y la tira en otro sofá.

─Ya.─ guardo silencio.

─No queria que lo supieras, no quiero que te vayas a involucrar en mi mundo, porque si, este es mi mundo. Esto es lo que soy y entenderé si no quieres volver a saber de mi.─ giro mi rostro y lo observo, tiene la mirada fija en el suelo, pero se ve tranquilo. 

─ Abraham yo te quiero─ gira su rostro encontrándose con el mio─ Y si esto es lo que eres yo lo entiendo, no te pediré que cambies, este eres tu y  no puedo cambiar quien eres, solo te pido que no me lo ocultes, no me ocultes nada que trate de ti. Quiero conocer tu mundo, quiero conocer tu verdadero tú. Pero quiero estar contigo sin importar nada. ─ el castaño no despega sus ojos de los míos, se acerca y acaba con el espacio entre nosotros estampando sus labios contra los míos, el beso es urgente, como si suplicara que se lo corresponda y así lo hago.

El me toma de la cintura atrayendome a el haciéndome quedar sobre él con mis piernas a cada lado, lo sujeto del cuello y con una mano jugueteo con su cabello.  El besa mi boca, mejilla, barbilla y cuello perdiéndose en este. Besa y da leves mordiscos en este volviendome completamente loca y haciéndome soltar leves gemidos que no logro contener más. Pasa sus traviesas manos por debajo de mi camiseta , me dejo llevar por cada toque que le da a mi piel. Detiene sus besos, lleva su mirada a la mía y es como si estuviera pidiendo permiso. Asiento y con eso es suficiente, toma mi camiseta y la pasa sobre mi cabeza dejándome solo en sujetador ante el. Deja caer la prenda por algún lugar y clava su vista en mi anatomía. 

─Eres jodidamente preciosa.─ Suelta con voz ronca y mis mejillas comienzan a arder. Se aleja un poco llevando su cuerpo hacia atras y se quita su camiseta tirándola por algún lugar.

Mi vista se pasea por todo su cuerpo viendo cada detalle, sus fuertes brazos, su marcado abdomen, sus pequeños lunares que adornan su pecho y eso hace que mis mejillas ardan mucho más. Vuelve a besar mis labios mientras me toma de mis caderas, tu tacto arde y me gusta. Mis nerviosas y torpes manos pasan por todo su pecho, acariciándolo. Sus manos bajan de mis caderas a mis piernas, llegando a mis gluteos y apretando, cierro mis ojos para disfrutar más la sensación de su toque . Sus manos vuelven a subir a mi cintura hasta llegar a mis pechos apretando los levemente por encima del sujetador. Se me escapa un gemido. Baja sus manos y las coloca en los botones de mis shorts desabotonando los, coloco mis manos en las suyas deteniendolo, me separo de el y agacho tímidamente mi cabeza.

─Es. Es mi primera vez...─ suelto en un susurro. El castaño me toma de la barbilla obligándome a mirarlo.

─Seré muy cuidadoso.─ da un corto beso en mis labios, yo asiento. me tira de espaldas al sofá, se posiciona encima de mi, toma  mis manos y las coloca sobre mi cabeza y me lanza una mirada traviesa. Tengo el presentimiento de que no será nada cuidadoso. Pere aún así me dejo llevar del momento.

Me prometo nunca perderlo. Es todo lo que quiero, él es todo lo que necesito. 

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KEYARBI.🌹

Bad Boy © (Abraham Mateo💥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora