Capítulo 27.

781 51 11
                                    

Tenerla tan cerca de mi se sentía tan bien. De algúna extraña manera me sentía completo, como si ese vacío que me dejaron ,algunos años atrás, desapareciera.

-Te quiero, Sofia.- solté sin pensarlo.

La pelinegra levanta la cabeza y me mira. Tiene las mejillas de un leve color carmesí, y sus hermosos ojos verdes, fijos en los míos.

- Abraham... - dejo de mirarla , la tomo del brazo, me levanto junto con ella de donde estábamos sentados segundos antes y la coloco detrás de mí.

De una camioneta negra , que se estacionó justo frente a nosotros, bajan dos tipos vestidos de negro y se acercan a nosotros.

- ¿Qué pasa Abraham?, ¿Quienes son ellos?.- la voz de la pelinegra apenas es un hilo audible y tembloroso a causa del miedo que está sintiendo. No respondo.

Uno de los hombres me hace a un lado de un empujón, y el otro me sujeta poniéndome ambas manos atrás. El primer hombre va hacia Sofía, se coloca detrás de ella y envuelve su brazo al rededor de su cuello. Mientras la pelinegra se remueve intentando liberarse del agarre del sujeto.

- Ustedes vienen con nosotros- habla y coloca un saco de color negro en la cabeza de la chica y amarra sus manos.

- ¡Sueltala!- empiezo a moverme bruscamente para poderme soltar del que me tiene agarrado.

Veo como el hombre carga a la pelinegra y la lleva hasta el interior de la camioneta, mientras ella me llama por mi nombre una y otra vez.

- Tranquilo, ella estará bien. - habla a mis espaldas.

Continuó tratando de liberarme del agarre del hombre, con mi pie tomo fuerza y pateo la pierna del tipo, me suelta y se sujeta justo donde propiné el golpe. El otro hombre me sujeta del mismo modo que me tenía el anterior.
Forcejeo nuevamente para soltarme, seguido siento una punzada en la cabeza, debilitando mi cuerpo y emborresiendo mi visión. Me dejo caer, perdiendo toda razón de mí y de lo que está sucediendo.

(**)

Parpadeo un par de veces para acostumbrarme a la luz de la habitación, me siento en la cama y siento un dolor proveniente de mi cabeza, llevo mi mano hasta esta y sobo en donde duele.

- Dolor de cabeza, es normal después de el golpe que te deben de haber dado esos idiotas, pero ellos dicen que te estabas poniendo un poco agresivo. - habla entrando a la habitación. - Tomate esto, es para el dolor. - coloca un vaso con agua y unas pastillas en la mesa al lado de la cama. - Cuanto tiempo sin verte.

Tomo la pastilla, la coloco en mi boca y seguido bebo el agua.

- Lo mismo digo, Ryan.- me levanto - ¿Era necesario todo esto?. - hablo de mala gana.

- Era la única manera, ya han pasado algunas semanas y tú no contestabas las llamadas. - saca de su bolsillo un cigarro y un mechero- Abraham, no te aproveches solo porque eres mi favorito, trabajo es trabajo- lo enciende, lo coloca en su boca y cala el humo y luego lo expulsa.

- No me aprovecho, Ryan, pero si no lo recuerdas yo vivo por el lugar en donde quieres repartir tus mierdas.

- ¿Y desde cuando importa eso?.

- Ahora importa.

- ¿Es por esa chica tan bonita que venía contigo? - habla en tono coqueto.

- ¿Qué chica?-guardo silencio -mierda, Sofía. - me había olvidado por completo de que ella estaba conmigo antes de que me trajeran aquí. - ¿donde está ella?.

- Tranquilo, ella está bien en alguna de las habitaciones de la casa.

- Bien- me tranquilicé-ahora dime que quieres.

Bad Boy © (Abraham Mateo💥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora