Capítulo 49.

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Narra Abraham.

Joder, que me pasa, por qué estoy actuando así, ella no tiene la culpa. Te estás comportando como un verdadero idiota, Mateo.

—¿Qué pasa?, ¿Era necesario que vengan hasta mi casa?— pregunto.

—Ryan nos dijo que viniéramos a verte para ir todos juntos— habla el de cabello azabache en tono serio.

—Solo tenía que llamarme y yo iría solo, no era necesario mandarme a niñeras.

—Yo tampoco quise venir, pero tenías el maldito móvil apagado.

Cierto, lo había olvidado. Un silencio se instala entre nosotros.

—¿Está todo bien?, Noto tención entre ustedes, ¿Pelearon o algo así?.

—Ese no es tu asunto— contesto— es más, ¿tú que estás haciendo aquí?.

—Oye, yo también tengo mis cosas, ¿o acaso olvidas que conozco a Ryan antes que tú?.

—Ya, no me importa, díganle a Ryan que estoy indispuesto hoy.

—¿Qué?, Estás de broma, ¿verdad?, No voy a haber vendido aquí por nada.

—Tengo cosas que arreglar con Sofía, esta mierda puede esperar.

—¿Sofía?, Espera... No me digas que tú— se aguanta una risa— Joder, a Liv no va a gustarle eso.

—¿Y quién se lo dirá?, ¿Tú?. Si abres la maldita boca créeme que te arrepentirás toda la vida de haberlo hecho, conmigo no te juegues— suelto amenazante.

—Ya va, tranquilo hombre, una ya no puede bromear, sabes bien que me importa una mierda tu vida, Mateo.

—Eso espero, vayan sin mí, luego hablaré con Ryan.

—Vale, enciende el teléfono, él querrá hablar contigo.

Sin más, ambos se van. Me tomo unos segundos para respirar hondo y abro la puerta de la casa, al hacerlo me encuentro de cara con la pelinegra.

—Que susto me has dado, estaba a punto de irme.

—Quédate.—suelto sin más.

—¿No tenías cosas que hacer?, ¿Qué pasó con ellos?.

—Eso ya no importa, solo quédate.— la pelinegra lo piensa unos segundos.

—Está bien, terminamos de comer entonces.

(***)

Después de comer nos pusimos a limpiar todo y ahora mismo estamos tumbados en el sofá, la pelinegra se nota con bastante energía.

—Pondré música, ¿Si?.— asiento con la cabeza.

La pelinegra se pone de pie de un salto y va hasta el equipo de sonido, lo enciende y de este comienza a sonar la música.

—Esta canción me encanta— habla emocionada y paso seguido comienza a cantar y bailar.

Toma el control remoto y simula que es un micrófono mientras canta a todo pulmón y baila, menea sus caderas al ritmo de la música y ríe mientras lo hace. Inconscientemente, una sonrisa se dibuja en mi rostro al verla ahí, tan feliz, tan noble, tan inocente, tan pura y es ahí cuando la culpa me carcome por dentro. Ella no tiene la culpa de haberse enamorado de alguien como yo, la culpa es mía, por no detenerla en el proceso y que lleguemos tan lejos, no puedo lastimarla, no puedo dañarla como lo hicieron conmigo. Ella se merece todo lo bueno de esta vida, pero pienso que yo no soy eso bueno que ella necesita. Que debo hacer, ¿alejarme?, Eso la destrozaría, pero si se llega a enterar de que la chica de mi pasado ha vuelto y me tiene hecho un lío, creo que eso la destrozaría más.

—¿Qué pasa?, Estás muy pensativo, ¿Está todo bien?.— pregunta la pelinegra sentándose a mi lado.

—Si, todo bien, solo estaba reflexionando en lo bonita que eres.

—Bobo, no digas esas cosas— habla avergonzada mientras se ruboriza levemente.

Se deja caer de espaldas al sofá, quedando acostada, acto seguido me acuesto sobre ella sin poner todo mi peso para no aplastarla, me aferró a ella con un abrazo y escondo mi cara en su cuello. Esto se siente tan bien.

—Perdóname Sofí.

—¿Por qué pides perdón?— habla confundida.

—Por mis actitudes.

—Entiendo y no pasa nada.— lleva su mano a mi cabello, dándome pequeños pasajes con sus dedos. Maldita sea, se siente demasiado bien.

Con ella no se necesita hablar, con solamente su presencia y el saber que está conmigo me pone tranquilo, no tenemos que tener sexo para saber qué es mía y que solo está para mí, en serio quiero esto.
Todas las partes de mi cuerpo comienza a relajarse y mis ojos empiezan a sentirse pesado, mi respiración es cada vez más tranquila, sin darme cuenta mis ojos ya están cerrados y yo comienzo a caer en un placentero sueño, sintiéndome tranquilo, por qué sé que ella está conmigo.

Pequeña pelinegra, no quiero romper tu puro corazón...

Bad Boy © (Abraham Mateo💥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora