Capítulo 41.

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Pestañeo intentando no dormirme, otro bostezo sale de mi boca sin poder contenerlo.

—Que aburrido es esto.— hablo mientras me acomodo en el sofá. Me inclino un poco para ver a mis amigos. La pelirroja y mi mejor amigo se encuentran abrazados mientras... ¿Lloran?. Volteo y poso mi vista en la pelinegra quien mira con atención la película.— ¿Por qué están llorando?.— susurro.

— Porque la película está muy triste.— responde la pelinegra del mismo modo. Se acomoda y se apoya en mi hombro.

Luego de unos cuantos minutos la película termina. La pelirroja se levanta del sofá y corre a encender la luz.

— No me gustó el final— seca sus ojos con sus manos y vuelve a sentarse.

— A mí tampoco, no puedo creer que me hizo llorar.— habla mi mejor amigo. La pelinegra los mira con diversión.—¿Ustedes no están llorando?, son unos insensibles.

— De Sofía no me sorprende, ella nunca llora.

—¿Nunca?— pregunta mi mejor amigo mirando a la pelinegra. Ella solo responde frunciendo los hombros. De pronto puedo oír el sonido de mi celular, todas las miradas se posan en mí. Saco el aparato de mi bolsillo y puedo saber de quién se trata, no lo tengo agendado, pero no hace falta, sé perfectamente quien es. Tengo que arreglar esto cuanto antes. 

—¿No vas a contestar?— la voz de la pelinegra me saca de mis pensamientos. Dudo un momento en que responderle.

—No. No tengo ganas de hablar con nadie.— le quito el sonido al celular y lo guardo. — tengo que irme, ¿vienes conmigo?.— la pelinegra me mira dudosa y luego posa la vista en su mejor amiga.

—Ve con él, de todos modos aquí está Lucas— habla la pelirroja mientras le acaricia al ya nombrado, quien se sonroja y pasa su mano por su cabello.

—Está bien— la pelinegra se levanta— Luego vengo a recoger nuestra ropa, ¿Si?.

—No hay problema, yo te la llevo a tu casa.

—Gracias, Val.

—¿Por qué tú y yo no somos así?— habla de repente el de cabellos azabache.

—¿Disculpa?— hablo con confusión.

—Eres muy insensible, no me mereces, ¿Sabes?.— habla mi mejor amigo haciéndose el dolido.

—Lucas... Cállate, ¿Si?.

—Definitivamente, no me mereces— secas lágrimas falsas de su rostro.

—No entiendo como es que somos amigos— pongo los ojos en blanco, tomo de la muñeca a la pelinegra llevándola conmigo a la salida. La chica a mi lado se despide agitando la mano, para finalizar, ambos cruzamos la salida. 

Ya ha parado la lluvia, el cielo sigue nublado y corre algo de viento. 

—Me encanta este clima— habla la pelinegra mientras cierra los ojos y respira profundamente por la nariz.—¿A dónde iremos?.— pregunta una vez que abre los ojos.

—Quiero que me acompañes a ver unas cosas.

—¿Qué cosas?—pregunta como niña pequeña mientras inclina la cabeza hacia un lado.

—Lo verás después, primero vamos por mi auto.

—Muy bien, yo te sigo— dice para luego comenzar a andar dando pequeños saltos por los charcos que ha dejado la lluvia.

Ella es muy inocente, tranquila, muy buena. Somos tan diferentes, supongo que es por eso. Por ser tan diferentes es que la quiero conmigo, solo a ella...
"Los polos opuestos se atraen", no creía esa frase, hasta que la conocí.

Bad Boy © (Abraham Mateo💥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora