Bad Boy © (Abraham Mateo💥)

Capítulo 45.

—¿Desde cuándo es que tienes novio, Sofía?.— pregunta mi madre aun sosteniendo aquel tono serio.

—Desde hace unos meses, mamá.— me siento en la silla que está en frente, quedando cara a cara con mi madre sentada en la mesa. Mientras que mi mejor amiga esta sentada en el sofá mientras usa el móvil.

—Ya. ¿Ese es el chico del que la directora me habló?.

—No sé que es lo  que te habrá dicho la directora, pero Abraham es un buen chico.

—Si, lo noté, no tengas ni la menor duda.

—Es en seria mamá, solo tienes que conocerlo.

—Con ver lo de hace un rato  no me dan ganas de conocerlo más.

—Mamá...— me quejo.

—Está bien, Sofía, pero por favor que no vuelva a suceder cosas como estas.

—Si, mamá.— mi madre me lanza una última mirada para levantarse de la mesa y desaparecer por algún lugar de la casa.

Voy hasta el sofá y me dejo caer al lado de mi mejor amiga.

—Estoy agotada.

—¿Por qué siempre quieres hacerlo quedar bien?— Habla la pelirroja.

—¿Vas a seguir con eso?, Ya deja a Abraham en paz, Valeria.

—Si, como digas. De todos modos no vine para hablar del Bad boy.—Puse los ojos en blanco.

—¿Entonces?.—Deja el celular a un lado y posa su vista en mí.

—Vine a disculparme por lo de hace rato.

—Valeria, con quien te tienes que disculpar es con, Lucas, no conmigo.

—Si, lo sé, pero fui muy dura con él. No sé en qué estaba pensando, fuera de todo lo malo a lo que se dedica, Lucas es una buena persona.

—Entonces ve y habla con él.

—Está bien, te cuento que pasa.

—Sí, está bien, suerte.

—Gracias.—Y seguido de un sonoro beso en mi mejilla por parte de mi mejor amiga, esta misma se aleja desapareciendo por la puerta.

Pero que día, necesito dormir.

(***)

Despierto de golpe por el susto que me ha dado el sonido de mi celular, tomo el aparato que descansa en una mesita de noche, miro la pantalla y entrecierro los ojos por la luz que da directo causándome un poco de molestia. Miro con confusión la pantalla del celular y luego contesto la llamada colocando el aparato en mi oreja.

—¿Abraham, que pasa?— hablo entre despierta y dormida.

—Vístete y sal ahora.

—¿Te has vuelto loco?, son las 3 de madrugada.— hablo exaltándome-.

—No me voy a mover de aquí hasta que salgas.

—Abraham, ¿Estás borracho?.

—No, estoy más cuerdo que nunca y si no sales en 10 minutos tocaré el timbre.

—Ni lo pienses, Mateo, mi madre te matará.

—Te veo en 10 minutos.

—Pero.— y sin dejarme terminar de hablar da por finalizada la llamada. Doy un suspiro de frustración y me levanto de la cama a regañadientes.

Si madre se entera de que no estoy en casa me pondrá muy furiosa y más aún si se entera de que me fui en la madrugada. ¿Qué tendrá en mente el castaño? Y sin más, comienzo a buscar mi ropa.