Miedo

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-Ja, ilusos - rodé mis ojos - ataca Tuwaine, ataca! - me sujete de su cuello

- Me vas ahorcar! - grito

- Lo siento lo siento compañero - extendí mi brazo y le pique las costillas a Harry. Mientras tanto Harrison empujaba contra nosotros.

- Auch, no se vale tienes uñas largas - se quejó él de arriba. Subí los hombros sin importarme.

- En la guerra se usa todo -  Me cubrí cuando intento tirarme el pelo haciendo que Tuwaine tambalee por el movimiento. Me acerqué a su oído - de a poco, te empiezas a hacer para atrás y cuando te diga, te giras - le susurré. Asintió. Ahora yo le tiré los rulos al pelirrojo y me sacó el dedo del medio. Se chupo la mano y me la paso por la cara. Harrison seguía empujando debajo, Tuwaine se iba haciendo hacia atrás de a poco.  

- YA! - grité cuando vi que Harrison tomó envión hacia atrás. Tuwaine nos hizo girar hacia la derecha y los ¨H¨ terminaron en el piso - Dulce victoria - me bajé de la espalda de mi compañero y chocamos los cinco. Mire todo de nuevo desde mi triste estatura. Desde allí arriba había visto el polvo que había arriba del tele, teníamos que limpiarlo.

- Ganamos, ustedes pagan el almuerzo - 

Harry se seguía quejando en el piso, sólo él jugaba con un brazo recién sano.  Harrison se levantó quejándose y busco su  teléfono.

- Quieres preguntarle a Lydia si quiere venir a comer? - me pregunto con el teléfono en la oreja.

Lo mire con los ojos entrecerrados - Vago, es tu novia -   levanté el brazo para señalarlo en un gesto. Hizo un leve puchero con sus labios. Suspiré tomando mi teléfono de mi bolsillo trasero -Invitare a mi novia a almorzar -

Hacia una semana habíamos, tristemente, vuelto de nuestro viaje. Tom ya estaba de nuevo grabando y todos devuelta a nuestra rutina. Ya extrañaba a mamá, el sol en mi piel y el estar todos juntos. Había sido el mejor viaje de mi vida.

Lydia se sumó a nuestro almuerzo y todos pasamos un rato. Nos llevábamos muy bien y estaba contenta con eso porque la verdad no tenía muchos amigos, de hecho sin contar a los chicos, sólo a Mad.

Ahora me doy cuenta cuan triste suena eso. 

Todos levantamos la mesa y luego le pedí a T alzarme de nuevo para limpiar todo el polvo que había visto desde arriba. Con Lydia nos quedamos en la sala hablando y arreglando nuestras uñas. Teníamos muchas cosas en común, gustos en ropa, música y de pensamientos, así que el tiempo se nos pasaba rápido en charlas, o como Tom nos diría, y había aprendido de mamá, hablando como cotorras.

 Había quedado de ir a tomar un café con Maddie, así que estaba esperando que Harry bajara con sus maletas ya que se había ofrecido. Iría con Tom a las grabaciones.

El día estaba bastante frío pero había sol, y la verdad era una bendición.

- Tienes que mandarnos un mensaje apenas llegues - lo mire por encima de mis gafas de sol, con suerte tenían aumento porque honestamente con lo oscuro no veía nada - Y me dices que tal el clima allí, hace realmente frío? - pregunté haciendo que riera. Me acerque y lo abrace - este es para ti - me separé un poco y volví a abrazarlo - y este para Tom, no te olvides de dárselo - abrí la puerta del auto y me baje apoyándome en la puerta, bajó la ventanilla - dile que lo quiero mucho, y cuidate - 

- También cuidate Eli - saludo

- No hables con extraños en el aeropuerto! - grite desde ya un poco lejos. Rió negando mientras subía la ventanilla. Entré al café y me senté en una mesa en el patio del lugar. El lugar era bastante lindo, Mad había hecho una buena elección.

Holland HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora