La Magia y la Electricidad

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Comencé a abrir los ojos lentamente, podía sentir la presencia de alguien. Moví las almohadas.

- Dios santo - Chillé al ver la cara de Tuwaine a metros de la mía. Estaba inclinado mirándome atentamente- Qué hacés? -

- No sé pero tú deberías cepillarte los dientes - se tapó la nariz. Rodé los ojos y me acomode entre las colchas.

- Pasa algo? - pregunte nuevamente al ver que no se iba- Sabes, no es normal despertarse y que te estén viendo dormir-

- Te llegó eso - señaló una caja que había debajo del mueble del televisor. La miré intrigada. Yo no había pedido nada.

- Oh bien...gracias - hice una mueca.

- Duermes abrazando dos almohadas, como haces? - salió cerrando la puerta detrás de él. Miré confundida entre mis brazos. Tenía razón.

Tomé mi teléfono de la mesa de luz. Genial, tenia media hora antes de que sonara mi alarma. Me levanté y fui directo al baño.

Volví a la habitación, me coloqué unos jeans, un suéter y mis anillos y demás de la cómoda.

- Harrison, te he dicho mil veces que limpies el lavatorio después de afeitarte - reproché llegando a la cocina - Buenos días Lydia - la abracé

- No fui yo - se excusó rápido. Me giré a verlo con los ojos entrecerrados.

- Estaba tu afeitadora esa moderna - bajé una taza. Prendí la maquina y me quedé esperando a que se hiciera el café.

Tenía un día larguísimo, ir a clases hasta las 12, de ahí al trabajo, luego volver a la Universidad a terminar dos trabajos y luego una junta con el programa de caridad.

Mi teléfono vibró en mi bolsillo trasero. Lo saqué desbloqueandolo.

Oh y tenía que quedarme despierta hasta tarde para ver a Tom en su entrevista con Jimmy Kimmel. Guarde el recordatorio de mi calendario.

- Eli...tu café está listo hace como dos minutos -

- Oops, tienes razón - reí torpemente sacándolo.

Bien, tenía unos minutos demás, hoy podia tener un desayuno tranquilo. Me senté en los taburetes del desayunador y llené mis pulmones de aire.

- Esta noche irás con nosotros? - me preguntó Harrison.

Tome la mermelada. ¿Qué hay esta noche?

- Si sabes que hoy es el cumpleaños de los gemelos cierto? -

- Qué? - rápidamente saqué mi teléfono nuevamente del bolsillo. Mierda. Hoy era 14 de febrero.

- Feliz San Valentin - Sonrió Lydia.

Dios cómo había podido olvidarlo, ni siquiera les he mandado un mensaje de feliz cumpleaños. Abrí la aplicación de mensajes e ignoré todos yendo directamente a mi chat con ellos.

Últimamente los días han sido una locura, apenas llego a casa todo lo que quiero hacer es dormir. Se me han juntado trabajos, más las evaluaciones diarias, el trabajo y todo. Ni siquiera había podido hablar con Tom. Ya no podía esperar las vacaciones, y aún faltaban como 5 meses.

Me coloqué los auriculares subiendo al metro. Tenía que encontrar la manera de hacer más turnos en el café o tal vez conseguir otro trabajo. Ya tenía mi licencia de conducir y la verdad que andar en auto me alivianaria muchisimo las cosas aparte de ganar tiempo. Papá y mamá me habían ofrecido pagar la mitad, asi que tenia que conseguir la otra.

Holland HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora