Menos Uno

599 64 18
                                    




-Sabes Harrison, estamos aquí para ver un película - se quejó T. El rubio levantó sus brazos y callándose.

Sonreí viéndolos a todos interesados en la película, orgullosa de mi misma.

Tom me acerco más a él - Muchas gracias por todo esto -

-Feliz cumpleaños- dije por cuarta quinta décima vez en el día. Sonrió contra mi mejilla y me gire a besarlo.

Su mano pasó de mí brazo a mí nuca juntandome más a él. Su lengua delineó mi labio inferior y no tardé en abrirle paso para que se encontrara con la mía. Ya no escuchaba la película ni nada, estaba sumida en el beso, acariciando su pecho por encima de su remera.

-Eh eh eh - comenzaron a tirarnos palomitas. Bufamos -estamos en un ambiente familiar - bromeo.

-Qué no estaban viendo la película? - me quejé

-Cállate, tú engendraste a un ser en esta casa creo, poder besar a mi novia en paz - Tom le tiró de nuestras palomitas ahora.

Harrison rodó los ojos y se giró para seguir viendo la película. Había organizado un día Tom por decirlo así. No era noticia que a mi chico con su gran ego amaba, secretamente, su cumpleaños y quería todas las luces sobre él. Digo secretamente porque en realidad no es algo que notes a primera vista, se muestra sencillo y como si para él no fuera la gran cosa esta fecha, pero vamos, era un gran actor.

Había colgado una sábana blanca con una soga en el patio y Harry había conseguido un proyector, así que teníamos cine Thomas Stanley Holland. En la tarde habíamos visto su película favorita, luego videos de cuando eran pequeños y después un video que le había hecho Harry que terminamos todos llorando. Aparte de eso, me había asegurado de cocinar su comida favorita y Sam le había hecho un pastel lleno de grana de colores con 24 de color arriba, sumamente hermoso. También habíamos estado abriendo la puerta a carteros y demás recibiendo regalos de sus abuelos, tíos, Zendaya, Jacob, Jake y un montón de otras personas, lo bueno es que ahora teníamos licor por el resto de la cuarentena.

Habíamos arreglado ir a caminar el día siguiente, para hacer algo, así que en cuanto terminó la película, juntamos un poco las cosas y partimos cada uno a su cuarto.

Abrí el cajón donde estaba mi pijama y escuche a Tom entrar detrás de mí cerrando la puerta con seguro. Me giré a verlo con una ceja alzada.

Me miró riendo - Qué? Asi no nos interrumpen esta vez...- alzó los hombros a la vez que me daba una de sus miradas matadoras. Mordí mi labio escondiendo una sonrisa.

-Ahora me siento presionada - reí finalmente. Se tiró de un salto en la cama, colocando sus manos detrás de su cabeza luego de palmear sus caderas. Deje el pijama nuevamente en el cajón, tomando el tiempo de hacerlo lentamente, burlándome de él.

-Oh vamos Eli! - se quejó frustrado. Volví a reír y esta vez camine hasta la cama y me subí encima de él. Coloque mis brazos a la altura de sus hombros y me acerque hasta comenzar a dejar besos en su mandíbula. Su cuerpo comenzó a tensarse debajo de mi.

-Feliz? - pregunte separandome y acostándome a un lado.Me miro con los ojos entrecerrados y una sonrisa en sus labios. De un movimiento rápido sacó su remera y se colocó entre mis piernas.

-No estarás muy graciosa hoy? - sus manos tomaron mis piernas haciéndome enredarlas en su cadera. Paso su manos levantando el vestido que llevaba, sin dejar de mirarme fijamente. Pegó su centro al mio y mi respiración se entrecortó.

Holland HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora