Holland House

El Don de T

La atraje lo más que podía a mí. La había extrañado demasiado. Su cabello era más largo y rubio.

Nos separamos.

-Nena mentiría si dijera que no te he extrañado más que a mí amigo - guiño un ojo haciendo referencia a su "amigo"

-Qué? Qué le pasó a Gabriel? - fruncí mi ceño - lo quemaste de tanto usarlo? - reí fuertemente de mí propia broma. Por suerte se me unió y no quedé penosa.

Tom entró a la sala - Mira quien ya llegó!- se acercó a saludar a Mad - por fin ya no tendré que soportar sus horas de llamadas- rodó los ojos con gracia.

-Agradeceme, al menos la entretenía un rato-

-Hey! De que lado estas?- golpee su brazo.

Tom río yendo hasta la cocina. Mad tomó su bolso y fue a dejarlo a nuestra habitación, ella ya sabía manejarse tranquilamente aquí.

Tomé mi teléfono viendo unos mensajes de mamá.

-A qué hora vendrán a buscarlos? - le pregunté a Tom que venía saliendo con una botella de agua. Rodee su torso con mis brazos. Subí mi vista viéndolo con mi cara de perrito. Las grabaciones empezarían y tenían que irse a Berlín. La casa quedaría completamente sola, Harry y Tom en Berlín, Harrison en su nueva casa, y Tuwaine aprovecharía que ya se puede salir, a ir a ver a su familia que vivía en Bradford. Es por eso que Mad se quedaría conmigo.

- A las 5 - apretó mi mejilla. Me queje.

Tom nuevamente tenía el pelo largo, le había crecido bastante. Su cuerpo también, estaba totalmente preparado para el papel. La verdad, me gustaba más el Tom flaquito, este todo musculoso me daba un poco de impresión, ver cómo sus venas resaltaban y los músculos de sus brazos sobresalían, aunque no voy a mentir de que ahora podía sostenerme mejor contra la pared...

-Bueno y así es vivir aquí todo el tiempo- la voz de Harry sonó en el lugar. Venía señalándonos caminando con Mad a su lado.

Reí y Tom dejó un beso en mi nariz antes de separarse e irse a sentar al sillón.

-Bueno qué hacemos? - Estiró las piernas.

Pasamos el resto de la tarde viendo tele y luego cocinando, cuando el reloj marcó las 4:40 acompañé a Tom a nuestro cuarto a buscar sus cosas. Todos sabíamos que en realidad venía a despedirlo.

- No quiero que te vayas - lloriquee por milésima vez en la semana.Di un salto subiéndome a su espalda ya que estaba agachado terminando de guardar el cargador del celular y demás. Me acurruque contra el hueco de su cuello, mis brazos y piernas rodeándolo para sostenerme. De alguna forma tomó mi pierna y mi brazo, y me giró quedando cara a cara.

-Dios que hábil - lo halague en tono bromé. Me guiño su ojo.

Reí y me acerqué a besarlo. Dios de verdad lo extrañaría demasiado.

Habíamos estados juntos absolutamente todo el tiempo los últimos 3, casi 4, meses. Me había acostumbrado a cosas como despertarme con él a mi lado, o nuestros entrenamientos, sentarnos al sol en el patio, armar rompecabezas, compartir miles de cervezas al día, y sobre todo el poder besarlo cuando quisiera.

Me separé no sin antes dejar un beso en la punta de su nariz y entre sus cejas - Intenta no romperte nada esta vez, me angustias tanto cada vez que me llamas con hielo en alguna parte del cuerpo - murmuré. Soltó una pequeña risa.

-No prometo nada, pero intentaré seguir lindo para ti y mis fans - bromeo. Lo abracé fuertemente contra mi. Sus manos dejaron mis piernas para también abrazarme. Llene mis pulmones de su aroma.