Capítulo 12: Parte 1

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Finalmente había llegado su primer entrenamiento en dicha organización

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Finalmente había llegado su primer entrenamiento en dicha organización. Julie y Archibald se encontraban formados en fila, con el resto de sus compañeros, en un patio verde y amplio de la sede del sindicato.

Todos los estudiantes se encontraban vestidos con el segundo uniforme escolar. Las mujeres con una blusa blanca, corsé negro —sin apretar para darles libertad en sus movimientos— y short del mismo color. En cambio, los hombres vestían de forma similar, quitando aquella faja y con un pantalón largo. Por último, ambos géneros tenían en común unos guantes y botas oscuras; además de un chaleco de mangas largas, dado por la legión, con el símbolo del sol dorado para las mujeres, y, la luna del mismo tono para los hombres.

Al frente de los alumnos estaba un adulto usando prendas de colores sombríos haciendo juego con su cuerpo musculoso, el cabello hasta la nuca y sus ojos igual a dos perlas ónix. Se trataba del mismísimo líder de todo el grupo, quien determinaría parte de sus calificaciones y progreso durante su tiempo como pasantes.

—Seré directo: Para mí, todos están reprobados y tienen desde hoy hasta el final del año para hacerme cambiar de opinión.

La escuela no posee el sistema normal de cursos como cualquier instituto; de reemplazo están los ocho niveles, en los cuales se asciende en base a sus hazañas. Su líder acaba de darles la tarea de conseguir su aceptación o serían expulsados de la legión, además, una vez afuera no habría organización que los acoja y las pasantías eran un requisito para graduarse.

En otras palabras, si fallan quedarían desterrados de la academia.

—Eso no será problema para ustedes, pues escogí a aquellos con más oportunidades de pasar las pruebas y ganarse mi aprobación —Empezó a caminar de lado a lado frente a la fila con sus manos en su espalda y ojeando a cada alumno—. Por hoy yo les daré el entrenamiento básico, la próxima vez será el comandante Harry.

Magnus volvió a posicionarse en medio de la fila y con la mirada hacia sus alumnos, mientras aguantaba las ganas de reír por la expresión de miedo en los rostros de los menores. Él, con ese chaleco, pantalón y guantes de cuero, tenía una apariencia intimidante y era de esperarse causar una mala reacción en los estudiantes; aun así, Julie y Archer estaban tranquilos, sin importar esa cabellera casi despeinada y salvaje o esa cicatriz en su mejilla. Claro, para ellos esa apariencia «ruda» lo caracterizaba como un hombre osado y fuerte, con la marca de alguna lucha de la cual salió triunfador.

De seguro podrían aprender mucho de él.

—Bien —El líder dio un aplauso, manteniendo una sonrisa maliciosa en su rostro—. Empecemos.

Tras pronunciar esa frase recibieron un recorrido por toda la base. Los patios y jardines se encontraban llenos de arbustos y árboles con flores; algunos tenían sus hojas recortadas para formar alguna figura geométrica. Por otro lado, los edificios eran grandes, con ladrillos negruzcos, y, decoraciones doradas en los bordes de las ventanas y los filos de las paredes. A veces se veía dibujado el sol o la luna de color oro en los muros externos; sin contar que, en cada edificación se encontraba un cartel con el nombre de dicho lugar.

Descendientes EternosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora