Capítulo 9: Parte 1

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Los anillos eligieron a sus portadores y se habían aferrado a ellos hasta cumplirse la profecía; Julie y Archer empezaban a darse cuenta de ello, pues las sortijas volvieron a sus dedos al cabo de unos minutos

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Los anillos eligieron a sus portadores y se habían aferrado a ellos hasta cumplirse la profecía; Julie y Archer empezaban a darse cuenta de ello, pues las sortijas volvieron a sus dedos al cabo de unos minutos. Gritaron, insultaron al aire e incluso patearon el suelo, estaban muy furiosos por sentirse atados otra vez a esa locura de las gemas del sol y la luna; sin embargo, todo fue en vano, pues no se irían.

Juntos caminaron durante horas hasta salir del bosque y llegar a la zona Kaín de la ciudad Ravenham, lleno de barrios pobres y desolados, era el mismo lugar donde pelearon contra el primer Chaos de Alto Rango. Los dos durmieron en un hostal, aunque en habitaciones separadas. Al día siguiente, buscaron a los guardias de la ciudad para contarles lo sucedido; sin embargo, no obtuvieron un resultado positivo, pues el hombre que les atendió al inicio tenía un aura negativa irradiando de él, pero solo Archer fue capaz de sentir esa esencia maligna. Se fueron de allí asustados, después visitaron cada estación de guardias y negocio corriente de la capital, nadie les creyó.

Al final aquella simple salida para buscar una joyería terminó en desastre, nunca fueron al local; más bien, esa mañana volvieron a la academia y se encontraron con los espíritus esperándolos en sus habitaciones desde el día anterior. Obviamente, ellos estaban muy enojados por ser «abandonados» de esa forma y no se calmaron hasta escuchar la anécdota de su secuestro. Luego de oír sus experiencias se sintieron muy culpables, era su deber protegerlos y guiarlos en el inicio de su recorrido, y, no estuvieron cuando más los necesitaban.

A Julius y Lúa les resultó difícil ver a sus Mages tan cabizbajos y deprimidos, además de asustados y preocupados cada noche ¿Cómo podían animarlos a ser valientes y enfrentar su destino si aumentó su temor con lo sucedido en la cabaña ?

Llegó el jueves, el día donde Julie demostraría si merece o no seguir estudiando en la academia.

Los dos espíritus observaban a los adolescentes desde la rama de un árbol ubicado cerca de una ventana; en cambio, la pelirroja estaba realizando los movimientos básicos de ataque enseñados antes por la maestra Rawson. Había un blanco de tiro al frente suyo y los demás estaban sentados cuchicheando sobre ella. Esta era su última clase y faltaba muy poco para su finalización; sin embargo, durante toda la hora Julie fue incapaz de dar un solo ataque eficaz.

—¡Señorita Ross, es suficiente! —gritó la profesora— ¡Usted vendrá conmigo a la oficina de la directora!

—¿Para qué me necesita, señora Rawson? —interrumpió la directora.

Celina se encontraba en la entrada del pequeño gimnasio junto a un grupo de adultos vestidos de etiqueta, todos los alumnos se asombraron al instante ¡Los líderes de las legiones!

Por otro lado, los entes astrales se alarmaron al verlos, pues se percataron de inmediato de una anormalidad proviniendo de ese conjunto de hombres.

—Lúa —murmuró Julius.

Descendientes EternosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora