Damián
"No existen las casualidades, ni la suerte"
Conocía a la chica del bus. Un par de veces la vi en el que se me pasaba. Siempre del lado de la ventana, mirando hacia la nada, como si su mente navegara en un mar de cuestionamientos sin fin. También pasaba por la escuela de música. Casi siempre lo más rápido posible.
Era bonita, pero con una belleza particular que no cualquiera poseía. Veía el mundo de manera diferente a los demás, eso lo aprendí después de ella. Veía la simplicidad de las cosas y las transformaba en algo bello. Iba por la vida fingiendo que nadie la veía, pero tenía un brillo particular que hacía iluminar la habitación.
Quería hablarle y preguntarle su nombre, pero no sabía cómo reaccionaría, porque estaba seguro que no era una chica como cualquier otra, era especial. La tenía en un pedestal y todo lo que había creado acerca de ella, lo derrumbó el día que le hablé por primera vez.
Tuve un incidente con mi teléfono celular, me había llegado un mensaje y traté de sacarlo de mi pantalón, pero al hacerlo se me resbaló y cayó al suelo. Se desarmó y desprogramó, así que al rearmarlo, le pregunté si me podía decir la hora, pero reaccionó a la defensiva, como si la hubiera ofendido, pero al final accedió a decirme. Se bajó del bus y yo me quedé en él. Pude ver de quien era el mensaje, de Samuel, mi mejor amigo, casi hermano. Iba revisando si no le había pasado algo más grave a mi celular, pero no. Sentí unas manos sobre mis hombros.
— ¿Recibiste mi mensaje? —era el culpable de lo sucedido.
—Sí, pero apenas lo iba a leer—respondí mientras caminaba hacia la entrada de la escuela.
—Como siempre— vaciló
—Por querer ver tu mensaje, se me cayó el celular, cabrón. Pensé que ya no prendería.
—Pero enciende ¿no?
Asentí, pero gracias a él tuve una escena en el bus.
Entramos a la escuela. Samuel comenzó a saludar a quien se nos acercaba, yo hice lo mismo. Éramos bastante populares en la escuela. Ayudaba que fuera una escuela pequeña, además que teníamos un futuro prometedor en la música.
— ¡Damián! —escuché que gritaron, era la voz de una chica. No era cualquier chica, era con la que estaba saliendo. Llevaba cerca de dos meses con ella.
—Justo iba a marcarte— se acercó
—Necesitamos hablar—dijimos al unísono.
Caminamos al un lugar más tranquilo, desde ahí podía ver como los chicos llegaban con Samuel, comenzaban a murmurar y a reír.
—No es fácil decirlo—dije
—Lo sé— intervino ella —esto no va a funcionar
—Será mejor dejarlo aquí
—Fue divertido, mientras duró—me dio un beso en la mejilla y se fue caminando.
Gozaba de popularidad con las chicas, gracias a la banda que teníamos, pero por lo regular mis relaciones terminaban de esa manera. Algunas veces con el corazón roto, pero siempre se salía adelante. No era un santo, pero muchas veces llegué a pensar que podría ser la chica, a la que le entregaría mi corazón por completo, pero no. Así que me acostumbré con el tiempo a relaciones de corto plazo o enredos de una noche. Pero sentía, en mis noches tranquilas, que mi corazón estaba hecho para más que eso.
Me acerqué hacia ellos.
— ¿Quieres mi hombro para llorar? —preguntó yang
Todos rieron
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Detrás de una sonrisa
Teen Fiction[COMPLETA ] (Finalista wattys 2021) ¿Crees en las casualidades? Kira no y su vida está llena de ellas. La vida de Kira cambia al conocer a Damián un estudiante de música, quién le pregunta la hora en el autobús. Y la perspectiva de Damián se transfo...