Capítulo XVII

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Kira

Me lo dijo un pajarito

Como ya era parte del grupo, Margarita me invitó a la fiesta sorpresa de le preparó a Oliver. Fue en casa de ella. Era de una familia con buenos recursos económicos y tenía una casa bastante grande en un fraccionamiento residencial privado. Así que la fiesta sorpresa se la organizó en el jardín del fraccionamiento que se prestaba para reuniones.

Damián fue por mí a la casa en su Jeep, pasamos por Samuel y después recogimos a su nueva cita, Daniela. Tenía tiempo invitándola a salir, pero ella no aceptaba del todo. Ese día aceptó ir a la fiesta sólo porque Margarita era su prima y Oliver su compañero de clase. Todo el camino fue muy serio. Yo iba platicando con Samuel, me di cuenta que me gustaba mucho hacerlo.

Llegamos a la fiesta ahí ya estaban casi todos, sólo faltaba una persona; el festejado. A los minutos Margarita nos pidió que nos escondiéramos.

— ¿Margarita? —se escuchó la voz de Oliver, estaba todo oscuro, con trabajo podía ver mi mano a unos centímetros de mí.

Cuando menos pensé Margarita encendió las luces del jardín

—Sorpresa— gritamos

Oliver quedó asombrado por la fiesta que Margarita le había preparado.

Me acerqué para felicitarlo y darle su regalo

—Ahora sé lo que sentiste el día de tu cumpleaños—me dijo

Sólo sonreí

—Se siente bonito recibir una sorpresa así.

—Estás si me gustan —rió

Lo abracé

—Felicidades, espero seguir siendo parte de los cumpleaños de todos—le di su regalo.

En poco tiempo a los chicos los llegué a estimar muchísimo. Cómo él era el baterista de la banda, le compré unas baquetas de color verde fluorescente, las cuales brillaban en la oscuridad. Se me ocurrió, ya que un día dijo que sería genial poder tener unas así, por lo que se me ocurrió regalárselas.

Abrió su regalo, sonrió al ver lo que era.

— ¿Es lo que creo que es?

Asentí

—Gracias, Kira— me abrazó con fuerza.

—Qué bueno que te gustó, cuídalas mucho.

—Señorita, eso es un honor— hizo una especie de reverencia, para después darme un beso en la mejilla.

No pude evitar reír, parecía niño en navidad

— ¡Oye! me pondré celosa—comentó Margarita, mientras reía a carcajadas y le dio un leve golpe en el brazo.

—Me alegra que estés con nosotros—se fue tomado de la mano de Margarita, para seguir recibiendo regalos de los demás invitados.

La fiesta estuvo muy divertida, vi como todos estaban bastante entretenidos. Por un lado vi a Raymond con Tristán. Yang y Casandra toda la fiesta estuvieron besándose y tocándose.

—Vayan a un motel—les gritó Oliver.

Yang le hizo su típica seña, con el dedo del medio.

—En un rato más, mi estimado

No pude evitar reír. Parecían dos adolescentes solos en casa.

Por mi parte, toda la fiesta estuve platicando con Samuel. A Damián le perdí la pista cuando llegamos. Felicitó a Oliver y después de eso no lo vi. Era casi medianoche y pensé que estaría con Daniela, besándose en alguna parte, pero me equivoqué, ya que ella estaba con Margarita.

Detrás de una sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora