Capítulo XVIII

434 23 11
                                    

Kira

Maldito Damián

No podía sacar la imagen de Damián de mi cabeza, con su usual sonrisa. Estaba enamorado de mí, algunas personas me lo dijeron, pero me parecía algo imposible. Éramos amigos, nos llevábamos demasiado bien. ¿Cómo pasó? Tal vez fue la costumbre de estar siempre cerca el uno del otro, apoyarnos cuando más nos necesitábamos, nuestras largas platicas, que a veces no tenían sentido. Esto sólo le agregaba más confusión a mi vida.

Samuel y yo comenzamos a salir más. Podía ver el brillo en sus ojos cada vez que me miraba. Cuando lo hacía me sentía terrible, porque él estaba completamente seguro de sus sentimientos hacia mí, pero yo no.

Había evitado a Damián desde la fiesta de Oliver, no quería verlo, porque no sabía si recordaría todo lo que platicamos ese día, pero llegaría el momento inevitable, tarde o temprano, tendríamos que vernos y platicar. Porque pertenecíamos al mismo círculo de amigos.

Pasaron cerca de dos semanas para poder coincidir. Era halloween y el bar en el que trabajaban y tocaban haría su fiesta anual de el día de brujas. Así que Samuel me invitó y no pude negarme, ya que estábamos saliendo.

Como no tenía ganas de ir, solamente me vestí de negro y me pinté como catrina. Me faltó originalidad. Samuel pasó por mí, llegó disfrazado de zombi. Se veía un poco aterrador.

Nos fuimos al bar. Al llegar los chicos ya se encontraban ahí. Oliver estaba vestido de médico con sangre falsa en su ropa, Yang disfrazado como el joker, Raymond como astronauta y faltaba Damián, no estaba con ellos. Como lo conocía pensé que se disfrazaría de algún policía sexi o algo por el estilo, pero no, cuando lo vi llegar venía disfrazado de vampiro, entrevista con el vampiro y nuestro casi beso, maldito Damián.

—Se ven geniales todos, excepto tú, Damián. Esperaba más de ti.

El halloween y la navidad eran sus dos festividades favoritas.

— ¿Por qué? Luzco genial como vampiro

Arqueé una ceja y no respondí

—Estaré afuera—me dirigí a Samuel y le di un beso en la mejilla. Delante de Damián, él sólo nos miró seriamente.

Salí en busca de las chicas, ellas estaban sentadas en nuestra usual mesa. Todas con su versión sexi de algún disfraz. Margarita como diabla, Cassandra como caperucita. Al que no vi fue a Tristán. A los minutos salió Raymond, quien se sentó con nosotros.

— ¿Vendrá Tristán? —le pregunté

Negó con la cabeza

—Está fuera de la ciudad, llega el lunes.

Le sonreí

Noté a Raymond un poco triste, cuando lo dijo

—¿Cuándo se fue?

—Después de la fiesta de Oliver.

De eso eran más de tres semanas.

Le tomé de la mano y él la apretó

—Gracias—sonrió

—Samuel nos dijo que están saliendo, ¿Cómo les va?

Las chicas voltearon

—Bien, me estoy adaptando a esto. Soy nueva en esto de tener pareja

Margarita sólo me miraba, ella sabía lo que Damián sentía por mí, me lo dijo una vez, pero también sabía lo de Samuel, por eso no continuó aquel día.

—Te acostumbras rápidamente—dijo Cassandra al mover las caderas

No pude evitar reír.

Margarita la miró con desaprobación

Detrás de una sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora