34- Fear Of The Dark

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Mientras Leon y Claire trataban de ingresar al laboratorio, y Chris se adentraba en las instalaciones para detener el lanzamiento de los misiles, Rebecca trataba de forzar la cerradura de la puerta principal de la mansión, pues alguien la había atrancado desde dentro.

Había intentado patear la cerradura, pero de nada sirvió, era demasiado pesada. Los nervios la traicionaban, los gritos de Wesker y Jake, que libraban una batalla encarnizada se acercaban cada vez más.

-¿¡Aún no Rebecca!?

Le preguntó Barry, que le cubría las espaldas disparando a cualquier criatura que tratara de acercarse.
Los soldados con los que habían llegado estaban siendo superados, ahora quedaba menos de la mitad, el ambiente apestaba a sangre y pólvora, el sonido de los disparos era tan constante y ensordecedor que podía llegar a aturdir por unos leves instantes.

-¡Ay, al diablo!

Rebecca lanzó su ganzúa al suelo, frustrada, sacó su pistola y disparó dos veces a la cerradura. Empujó ambas puertas usando el peso de su cuerpo, y nada más entrar pudo vislumbrar a Sherry, que estaba siendo arrastrada escaleras arriba por dos lickers, que se peleaban por ver quién le daría la primera mordida.
No había servido de nada que Ada la ocultara, igual la habían encontrado.

-Ay mierda, ¡Barry!

Gritó, y entró corriendo para rescatarla.
No quería arriesgarse a dispararles con la chica tan cerca, podría darle por error, así que tomó su cuchillo, y aprovechando que el piso alfombrado amotiguaba el sonido de sus pisadas Rebecca consiguió abatir al primer licker clavando el filo en su cerebro expuesto con todas sus fuerzas, este soltó a Sherry y se retorcido dando chillidos de dolor.
El segundo se olvidó de la chica moribunda e ntentó echarsele encima a Rebecca con las garras por delante, pero no bien saltó, una bala le voló la cabeza, y éste cayó a un lado como peso muerto.

-Mira, sin cara...

Se burló Barry, mientras guardaba su revolver en su chaleco.
Rebecca se arrodilló al lado de Sherry, revisó sus signos vitales y verificó que no estuviera herida, afortunadamente sólo tenía un par de rasguños y la ropa rasgada.

-Oh no, no puedo encontrar el pulso.

Dijo alarmada, con dos dedos sobre su yugular y otros dos en su muñeca, no podía sentir nada.

-No, ¡no! ¡Leon, Claire necesito ese virus ahora mismo, Sherry no tiene pulso!

Dijo a través de la radio. No pasaron dos segundos cuando obtuvo su respuesta.

-Por favor díganme que hay alguien cerca del tercer piso, necesitamos algo de ayuda...

Claire sonaba sin aliento, de fondo se escuchaban fuertes y pesados golpes contra algo metálico, y las voces de Leon y Ada que discutían acaloradamente sobre algo.

-Claire, ¿qué sucede?
-Ada logró hackear el sistema de seguridad, logramos entrar en el laboratorio pero tenemos un Tyrant tratando de tirar la puerta, no sé cuanto más va a resistir.
-¿Conseguiste la muestra del virus?
-¡Si! Las tengo en mis manos.

Dijo mientras miraba los tres tubos de ensayo con un líquido azul cielo dentro de ellos, eran las únicas muestras que había en el laboratorio, las únicas que podían devolver a la vida a Sherry, ojalá sean suficientes...

Se escuchó otro golpe aún más fuerte, y Leon y Ada reaccionaron con más gritos y órdenes.

-¡Bloqueen la puerta, no dejen que entre!
-¡Necesito ayuda con este refrigerador, no puedo moverlo solo!
-¡Agh, mierda, Rebecca no podremos aguantar mucho aquí, ese Tyrant es más agresivo que todos los que habíamos visto, ninguno de los tres tenemos armas que le puedan hacer daño!

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