36-Another Life

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Tantos días esforzándose para darle a Sherry un poco de ánimos, de arrojar algo de luz a su destruida vida, a pesar de no haber conocido otra cosa más que la oscuridad en la suya. Tanto sufrimiento, tantos problemas, tantas lágrimas, y la solución a todos los problemas de su super chica, estaba por fin frente a él.

Jake tardó unos segundos en reaccionar, le costaba creer que el preciado virus regresara a su portadora simplemente así, parecía demasiado fácil...

-¡Rebecca dame una jeringa, ahora!

Exigió con energía, sueño o no, tenía que inyectarsela lo antes posible, pues ya casi no estaba respirando.
Rebecca buscó en su mochila, removiendo sus cosas con dedos temblorosos hasta encontrar una de las pocas jeringas que aún estaban en buenas condiciones, tomó uno de los frascos azules que Leon le ofrecía, absorbió el contenido y se la pasó a Jake. 

-Está lista.
-Te vas a poner bien, te voy a sacar de aquí, lo prometo.

Ojalá pudiera escucharlo, deseaba que aún no fuera demasiado tarde. Colocó su cuerpo sobre su regazo con cuidado y le ató un pedazo de tela a su brazo.

-En cuánto la vacuna funcione, porque tiene que funcionar, saldremos pitando de aquí, ya encontraremos otra forma de detener el lanzamiento de las ojivas...

Ojalá las cosas fueran tan fáciles.

Justo cuando iba a aplicarle la inyección, el piso debajo de ellos colapsó. Claire y Barry trataron inútilmente de aferrarse al piso frente a ellos, y Jake, que se encontraba en el centro del derrumbe, sólo pudo abrazar a Sherry y cerrar su mano sobre la inyección, protegiendolos a ambos de la caída

No se habían equivocado, habían corrido sin rumbo tan dentro de la mansión que consiguieron llegar al centro de lanzamiento de los misiles, en el primer piso.
Frente a ellos se extendía una gran sala, con una vista completa a donde los misiles despedían humos y gases, anunciado su inminente partida, las alarmas sonaban, y en el panel principal una cuenta regresiva permanecía suspendida.

Para Chris fue un amargo deja vu, ese lugar le recordaba mucho al barco de carga de Wesker en África, la historia se volvía a repetir.

-El pasar de los años vuelve a todos un poco más lentos, más vulnerables, pero debo admitir que aún tienen el toque, me sorprende que hayan logrado sobrevivir hasta ahora.

Esa maldita voz de nuevo... Wesker los había estado esperando, y no venía solo, pues Mr. X se acercaba por un lado, y Nemesis por el otro, cubriendo las posibles vías de escape. Los habían emboscado estaban inevitablemente rodeados.
Los agentes se levantaron con torpeza, la caída no había sido gentil con ninguno.

-La muestra, ¡la muestra, la perdí!

Gritó Leon, sacando su arma y buscando desesperado en el suelo los recipientes con el virus que se le había resbalando de las manos.
De las tres muestras que robaron, Leon había perdido una, Jake sostenía la otra, pero, ¿y la que faltaba?

-Oh, ¿buscas esto?

El mercenario se giró, justo cuando la bota de cuero de Wesker bajaba lentamente y rompía el frasco, el líquido azulado se escurrió por debajo de su suela.

-Conozco la fórmula para recrear el virus G de Sherry, puedo hacer tantas muestras como quiera, pero a ti... Bueno, a ti solo te queda una.

A izquierda y derecha los agentes abrieron fuego, tomaron posiciones estratégicas alrededor de las criaturas para asediarlas con las pocas balas que les quedaban, incluso Ada tuvo que colaborar con Barry y Leon cuando no encontró salida alguna.
Chris atacaba a Nemesis cegado por la ira, más que disparar intentaba acercarse a él para acabarlo con sus propias manos, y el pobre de Barry ya casi no aguantaba el ritmo a la que sus compañeros se movían, más de una vez Claire tuvo que empujarlo para evadir los enormes puños de Mr. X.

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