skin [h.s]

♡4♡

Habían pasado unas cuantas horas y está vez casi todo el mundo estaba ebrio, incluso Alyssa. Yo no porque tenía que conducir, aún así la estaba pasando genial y me estaba divirtiendo. Y sorprendentemente Harry tampoco lo estaba. El peor de todos era ese chico castaño llamado Finn que nos había mostrado sus pálidas nalgas para que lo dejarán de molestar con que tenía vellos en su trasero. Fue lo más incómodo pero gracioso que pude haber visto, a él no le importó que habían dos desconocidas porque estaba muy borracho como para hacerlo.

Ahora, nos encontrábamos jugando charadas y juraba que todos nos íbamos a morir de la risa. Aly se había movido al lado de Zayn, ambos se burlaban de la situación y parecían cómodos con su cercanía. Yo no me había movido de mi sitio y Harry tampoco. Habíamos conversado un poco durante todo este rato y era realmente simpático. Aún así seguía siendo callado y supongo que era parte de su personalidad porque parecía ser así con todos, era el que menos veía interactuando con la gente.

-¿Dónde está el baño? -me incliné un poco hacia Harry porque los gritos de los chicos y la música no me dejaban escucharme.

-En el pasillo cerca de la cocina -me indicó. Le agradecí y me levanté de un salto.

Atravesé el patio hasta llegar a la casa y encontré el baño como me había indicado Harry. Encendí la luz e hice mis necesidades. Me miré en el espejo mientras lavaba mis manos y sonreí. Está noche estaba siendo asombrosa. Zayn, Harry y su grupo eran súper divertidos, sencillos y relajados. Está era la gente con la que me sentía agusto.

Salí del baño y al pasar justo por la cocina ví a Harry de espaldas dejando unos platos y vasos sucios en el fregadero. Me acerqué maliciosamente y le exclamé un "bu!" justo cuando se volteó. Pegó un brinco y me comencé a reír.

-Muy chistosa -rodó los ojos y frunció los labios conteniendo una risa-, pensé que se me había aparecido la niña muerta que vivía antes aquí.

-¿N-niña muerta? -abrí mis ojos horrorizada. Harry empezó a reír burlándose de mí cara.

-Es mentira.

-Muy chistoso -repetí sus palabras-. Todos afuera están muy locos, ¿no?

-Sí, creo que somos los únicos consientes aquí. -ordenó unas cosas en la mesa de la cocina y divisé una de mantequilla de maní por la mitad.

-¡Hey! Esa es mi favorita -señalé el pote y el siguió con la mirada lo que señalaba y sonrió.

-Es mía, es mi favorita también. Tengo más en la despensa. Amo la mantequilla de maní.

-¿Vives aquí? -pregunté confusa.

-Sí, Zayn y yo compartimos piso -explicó y solté un "oh" por la nueva información. Harry agarró el envase de mantequilla en sus manos y la abrió.- ¿Quieres un poco?

-No puedo decirle que no a la mantequilla de maní -Harry soltó una pequeña risa y busco dos cucharas para tenderme una. Me había dado cuenta de que estaba riendo más y el sonido de su risa era reconfortante. El rizado cogió una gran porción y después me tendió el frasco. Hice lo mismo y observé como se relamía sus rellenos y rosados labios saboreando la mantequilla de maní. Aparté la mirada encontrando muy sensual esa acción y maldije en mi mente por estar fijándome a cada rato en sus gestos.

-¿Cómo se conocieron Aly y tú? -preguntó luego de unos pequeños segundos en silencio.

-Bueno, fue algo chistoso -reí un poco al recordar ese momentos-, teníamos 16 años y había un concierto de Coldplay al cual asistí sola, no tenía con quién ir. Estaba haciendo la fila para entrar cuando alguien detrás mío me empujó haciendo que empujara a la persona de adelante sin querer y esa era Aly. Ella se enojó y me insultó. Después, resulta que estaba a mi lado en los asientos y terminamos llorando juntas cantando las canciones. Ella había ido sola también. Intercambiamos números y desde ese entonces es la crema de mi oreo.